1. La edad no es un inconveniente: dice el refrán: “nunca es tarde si la dicha es buena”. En el mundo de los negocios suele llevarse a la práctica en muchas ocasiones. Las personas entre 55 y 64 años tienen la tasa más alta de la iniciativa empresarial en Estados Unidos. Lo cual significa que, nunca es tarde para iniciarte en un negocio y perseguir tu sueño.
2. Siempre con formación: el 95,1% de los encuestados había obtenido una licenciatura y el 47% tenía estudios superiores. Las relaciones que se hacen en la universidad y el conocimiento que acumulas, a la larga, dan sus frutos.
3. El amor es compatible: tener una pareja siempre es una fuente de apoyo emocional. El amor no está reñido con ser un buen empresario. El 69% de los encuestados estaban casados cuando lanzaron su primer negocio mientras que el 5,2% se divorciaron o eran viudos.
4. Se pueden tener niños: no hay que olvidar que el equilibrio entre la vida profesional y la personal es posible. El abrazo de un niño al llegar a casa nunca falla. De hecho, el 59,7% de los encuestados indicaron que tenían un hijo y el 43,5% tenía dos o más hijos. Eso sí, no olvides recargar las pilas, te harán falta.
5. No se dan por vencidos: es un requisito con el que los empresarios deben vivir. Si algo fracasa, se debe de volver a intentar. La mayoría de los encuestados habían lanzado un promedio de alrededor de 2,3 empresas. No te des por vencido y ¡adelante!
6. Pasión y riqueza…de la mano: no hay que olvidar que a un buen empresario le mueven las ganas por generar riqueza y obtener beneficios. No es nada malo. El 74,8% de los encuestados indicaron el deseo de ganar dinero. Si la pasión te empuja a ello no tengas miedo y apuesta por mejorar tu situación financiera.
7. Grandes emprendedores: el espíritu empresarial es el que hace que los empresarios se inicien en el mundo de los negocios. Sólo el 4,5% dijo que la incapacidad de encontrar empleo tradicional fue un factor que le empujó a crear su empresa.
8. Trabajar para otros te hace mejor: trabajar en otras compañías sirve para consolidarse como un profesional del sector y entender mejor a los empleados de tu futura empresa. El 75,4% de los encuestados había trabajado como empleados de otras compañías durante más de seis años antes de lanzar la suya. Algo que les sirvió de base para realizar un trabajo de mayor calidad.
9. Buenos padres: la educación que suelen recibir los empresarios hace que luchen cada día para ofrecer a sus hijos lo mejor. La formación que nos dan en casa de pequeños es el principio de lo que seremos el mañana. Y hay que agradecerlo.
10. Forjan su propio camino: ser empresario no es un rasgo generacional que pase de unos a otros. El 51,9% de los encuestados fueron los primeros en sus familias en poner en marcha un negocio. El emprendedor ve más allá y traza su propio camino.