Ser productivo no se basa en trabajar más duro, sino en hacerlo de forma más inteligente. Ser más productivo es mucho más fácil de lo que puede parecer en un primer momento, lo que pasa es que el agobio nos agobia y no nos deja ver la realidad en muchas ocasiones, pero todo es cuestión de perspectiva. No todo se basa en el número de horas que pongas a la hora de realizar un actividad, lo que importa es la calidad real que estás poniendo, tu concentración por ejemplo. Si quieres maximizar tu productividad, en lugar de dedicar mil horas a una actividad, prueba estos consejos:
Realiza pausas con regularidad
Puede que esto te parezca contraproducente, pero tomar pequeñas pausas entre la actividad laboral puede aumentar tu concentración, tu creatividad e incluso tu memoria. Trabajar de forma continuada durante períodos de tiempo demasiado largos puede llevarte a sentir más estrés, más cansancio e incluso sensación de fatiga. Maximiza tu eficiencia en el trabajo mediante los descansos para refrescar tu mente.
“Cómete la rana”
Seguro que has leído el título y te encuentras muy desconcertado. Mark Twain dijo una a vez: “Cómete una rana viva por la mañana, verás que no te puede suceder nada peor durante el resto del día.” La rana es la actividad más difícil a la que te tengas que enfrentar en todo el día. Si no lo haces de este modo, seguramente acabes procrastinando y te cueste mucho más enfrentarte a dicha actividad cuando llegue el momento. Enfrentarte a esta actividad a primera hora de la mañana, elevará tus niveles de productividad.
Organízate
No solo en el trabajo, sino tu lugar de trabajo como tal. Trabajar en un lugar organizado y limpio nos aporta un sentimiento de tranquilidad que nos permite actuar mejor. Deshazte de todas esas cosas que tienes en tu escritorio y que no te sirven de nada en absoluto. Para no acumular este tipo de desorden, puedes probar a limpiar todos los días tu escritorio antes de irte a casa.