Existen personas que nacen con carismo, un talento natural, casi un don. Personas que entren donde entren se adueñan de la situación y de las personas, no en un sentido prepotente, sino en sentido cautivador. Pero el carisma no es algo con lo que se tenga que nacer necesariamente, como muchas de las habilidades es algo que puede aprenderse. El carisma es el resultado de muchas conversaciones, interacciones, trabajo con el lenguaje corporal, elección de temas, etc. El carisma es saber con qué tipo de audiencia estás trabajando en cada momento. Tan simple y llano como todo esto.

Vivimos en la era digital, que se caracteriza por la facilidad a la hora de conseguir relaciones superficiales. Por otro lado, establecer relaciones que tengan un significado real parece cada vez más complicado. El carisma es una de las claves para atraer a las personas adecuadas y establecer las relaciones que realmente importan. Como hemos comentado, el carisma es algo que se puede aprender siguiendo una serie de consejos muy sencillos:

Desarrollar confianza en uno mismo

La seguridad en uno mismo es fundamental para conseguir resultar interesante ante la sociedad. Si estás agusto con la persona que eres, estarás agusto cuando te encuentres con los demás, y los demás estarán agusto contigo. La seguridad se construye consiguiendo cosas. Tienes que ser consciente de que eres bueno en tu trabajo, en tu familia, con tus amigos y en tu comunidad. Tus acciones tienen que reflejar tus creencias. Lo importante es que te respetes tú mismo, de esa forma vendrá el respeto de los demás.

Estar interesado y ser interesante

Una habilidad fundamental es la presencia, es decir, que las personas sientan que estás escuchando de forma activa en una conversación. Puedes hacer preguntas para aclarar algo que no hayas entendido. Esto demuestra que estás comprometido con la persona y con la conversación en la que estás participando.

Tener una actitud positiva

Si eres una persona negativa, o siempre estás de mal humor, las personas no querrán estar contigo normalmente. Es importante mantener una actitud positiva ante los eventos sociales, aunque no siempre nos apetezca. Las personas quieren estar junto a personas que sean positivas, graciosas y fáciles.