Elegimos nuestras carreras en relación a diversos factores. Puede que queramos seguir los pasos de nuestros padres, de personas a las que admiremos, o simplemente por situaciones que hayan supuesto un reto que queremos superar. Pero la vida es impredecible, y las personas cambian, por ello puede que años después de haber decidido tu rumbo laboral te arrepientas y quieras cambiar. Es una decisión difícil, y la sociedad hace que esta decisión te genere ciertos remordimientos al respecto. No hay que tener miedo a tomar esta decisión y se puede lidiar con estos remordimientos, todo es cuestión de aprendizaje.
Elegir una carrera
Debemos tomar un camino laboral relativamente pronto, en la primera adultez o incluso en la adolescencia. Nuestro estilo de trabajo no está desarrollado, pero tampoco nuestras capacidades comunicativas. En la juventud soñamos con obtener grandes cosas, a veces muy poco realistas, pero es completamente normal. Nos vemos muy presionados por las expectativas de nuestros padres, por esas carreras que no tienen salidas, eso es lo que nos hace ver la sociedad.
Poco a poco vamos creciendo y somos capaces de ver que hay ciertos aspectos de un trabajo que son más importantes que otros para nosotros. Para algunas personas es fundamental trabajar con buenas personas, sentir que están marcando la diferencia, no tener que lidiar con excesiva burocracia, o simplemente contando con un puesto de trabajo flexible. Cada persona tiene sus propias prioridades.
Cómo realizar el cambio
Si sientes que no eres feliz, que las partes buenas del trabajo no compensan las malas, es importante que tomes una decisión al respecto. Esa decisión no tiene nada que ver con lo que la sociedad espera de ti, sino con lo que tú esperas conseguir en tu vida, que para eso es tuya. Lo más importante para lidiar con estos remordimientos es el hecho de que no puedes ser infeliz a cambio de que la sociedad esté conforme con lo que haces. Un cambio de carrera no es algo fácil, tienes que tener una estabilidad financiera si quieres dar el paso, o al menos un plan para llevarlo a cabo. Lo importante es que estés decidido al cien por cien a la hora de dar este paso, lo demás vendrá solo.