En la resolución, el Tribunal indica que los consumidores podrían pensar que los productos que comercializa la marca polaca pertenecen en realidad a Lacoste, “ampliamente conocida por el público en general”. Por tanto, solo el grupo francés puede usar cocodrilos o caimanes para productos de cuero, prendas de vestir y calzado.
El origen del caso es una solicitud de Mocek y Wenta en 2007 para registrar su marca para poder utilizarla en toda la Unión Europea, a lo que Lacoste se opuso. La Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI), con sede en Alicante, dio la razón a la firma francesa. La respuesta de Mocek fue un recurso al TUE, que ha perdido.
Diesel también tiene ‘imitador’
Otro conflicto por el uso de distintivos de marcas que llegó a los tribunales fue el que enfrentó a Diesel con Cosmos World, un fabricante de calzado de Elche (Alicante) que lleva veinte años vendiendo zapatos con la enseña de la empresa italiana. El enfrentamiento judicial empezó en 1994, cuando el distribuidor de Diesel en España cedió a la ilicitana Flexi Casual los derechos de la marca para el textil.
Esta empresa traspasó al poco tiempo sus derechos sobre la marca a Cosmos World y Diesel la denunció. Tras varias sentencias favorables para la compañía alicantina, una de ellas del Tribunal Supremo, finalmente la Justicia comunitaria dio la razón a Diesel. El Tribunal de Marcas Comunitarias sentenció en julio que la compañía italiana es la única dueña de la enseña.