El Departamento de Justicia y más de una docena de estados y Washington D.C. presentaron este jueves una demanda contra Apple, alegando que el gigante tecnológico y fabricante del iPhone violó las leyes antimonopolio a través de políticas restrictivas que perjudican a los competidores y los consumidores. Se trata de una de las mayores demandas hasta ahora en la amplia ofensiva antimonopolio de tecnología del gobierno federal.
Hechos clave
La demanda, presentada ante el Tribunal de Distrito de Nueva Jersey, alega que Apple ha monopolizado ilegalmente el mercado de los teléfonos inteligentes en violación de la Sección 2 de la Ley Sherman de Defensa de la Competencia.
En la demanda se alega que el gigante tecnológico dificulta a los consumidores el cambio a dispositivos que no son de Apple, como los Android, y «socava afirmativamente la calidad de los teléfonos inteligentes rivales», citando como ejemplos la «funcionalidad limitada» y las burbujas de texto verdes que aparecen cuando los usuarios de iPhone intentan enviar mensajes a usuarios que no son de iPhone.
Según la demanda, Apple también utiliza una «serie de normas y restricciones cambiantes», como las políticas de la tienda de aplicaciones y los acuerdos con los desarrolladores, que impiden a los competidores ofrecer alternativas a sus servicios en los iPhones, como los monederos digitales.
Según la demanda, la presunta monopolización va más allá del iPhone de Apple y afecta a navegadores web, servicios de automoción, servicios de publicidad y otros.
La vicefiscal general Lisa Monaco dijo durante una rueda de prensa que el gigante tecnológico «ha pasado de revolucionar el mercado de los teléfonos inteligentes a frenar su avance».
Los fiscales generales de Nueva Jersey, Arizona, California, Connecticut, Maine, Michigan, Minnesota, Nueva Hampshire, Nueva York, Dakota del Norte, Oklahoma, Oregón, Tennessee, Vermont, Wisconsin y Washington D.C. se han unido a la demanda, según los documentos presentados ante el tribunal.
Apple dijo a Forbes que cree que la demanda «es errónea en los hechos y la ley», añadiendo que «nos defenderemos enérgicamente contra ella».
La demanda destaca: «A menos que se ponga fin a la conducta anticompetitiva y excluyente de Apple, es probable que extienda y afiance su monopolio del iPhone a otros mercados y partes de la economía».
Antecedentes clave
Apple es una de las mayores empresas del mundo y su capitalización bursátil de 2,66 billones de dólares se debe en gran medida al éxito del iPhone, que se presentó por primera vez en 2007. Pero el gigante tecnológico se ha enfrentado durante mucho tiempo a críticas de que ha utilizado su dominio en el mercado de teléfonos inteligentes para sofocar la competencia e imponer grandes tarifas en los pagos a desarrolladores de aplicaciones de terceros.
Epic Games, fabricante de Fortnite, demandó a Apple en 2020 por exigir a las apps que usaran su sistema de pago interno y quedarse con un recorte del 30% de los pagos in-app. Un juez dictaminó en 2021 que Apple violaba las leyes del estado de California sobre competencia desleal, pero que no tenía el monopolio de los juegos para móviles.
En enero, el Tribunal Supremo se negó a revisar las apelaciones de ambas partes, exigiendo al fabricante del iPhone que empezara a permitir opciones alternativas de pago dentro de las aplicaciones. El 13 de marzo, Epic Games alegó que Apple no había cumplido la sentencia y solicitó que se declarara a la empresa en desacato. Microsoft, Match Group, Meta y X (antes conocido como Twitter) presentaron un escrito el miércoles oponiéndose al plan de pago alternativo.
La demanda del jueves es también la tercera que el DOJ presenta contra Apple desde 2010, según Bloomberg, pero es la primera que acusa al gigante tecnológico de mantener ilegalmente un monopolio, y la última en la ofensiva antimonopolio del Gobierno federal contra las grandes empresas tecnológicas.
Regular el comportamiento anticompetitivo en el sector tecnológico ha sido una prioridad para la administración Biden. El pasado enero, el DOJ y ocho estados presentaron una demanda contra Google –la segunda desde octubre de 2020– alegando que abusaba de su monopolio en tecnología publicitaria e impedía la competencia mediante diversas adquisiciones. En enero, la Comisión Federal de Comercio anunció que estaba investigando los acuerdos de IA entre grandes empresas tecnológicas, incluidas Microsoft, OpenAI y Alphabet. El Gobierno federal también intentó sin éxito impedir que Microsoft adquiriera el desarrollador de juegos Activision Blizzard.