Entre las competencias que más se exigen a día de hoy en una empresa está la capacidad de trabajar en equipo. Esta manera de trabajar que ha irrumpido con fuerza en los últimos años en las empresas puede traer innumerables beneficios, como la posibilidad de repartir la carga de trabajo, crear proyectos comunes y un clima laboral envidiable si sale bien, pero también puede acarrear algunas dificultades a la hora de compartir proyectos con otros compañeros.

En ocasiones la falta de paciencia o de implicación puede causar pequeños rifirrafes entre empleados que, a la larga, puede traer consecuencias negativas para los resultados de la empresa. Por lo que, una buena plantilla implicada, un líder capaz de organizar el personal y los siguientes consejos que te dejamos pueden ser más que suficientes para que trabajar en equipo deje de ser una pesadilla.

Crear sentimiento de pertenencia: Para poner todas las ganas y esfuerzo en un proyecto lo tenemos que sentir como nuestro. La realidad es que nadie se deja la piel en un trabajo que no sienta como propio, por lo que, en un equipo de trabajo es muy importante que los trabajadores se sientan parte del proyecto, no colaboradores. Ayudará a que todos se impliquen en el trabajo y consigan los resultados previstos.

Encontrar objetivos comunes: Para remar todos en la misma dirección es necesario dejar claro desde un principio cuál es esa dirección, es decir, definir los objetivos comunes para y la misión del trabajo desde el primer momento. Este punto está directamente relacionado con la importancia de una buena comunicación.

Responsables y comprometidos: En un equipo de trabajo para alcanzar los objetivos comunes de la manera más fácil posible es necesario el compromiso y la responsabilidad de la plantilla, es decir, los fracasos o victorias son fracasos o victorias propias, no solo de la empresa o de los compañeros.

Diversidad como ventaja: Cada miembro del equipo tendrá unas cualidades o una experiencia distinta. Esto, en vez de jugar como contra, puede ser un punto a nuestro favor si sabemos potenciarlo, es decir, identificar las facilidades de cada uno y distribuir las tareas del proyecto en función de las capacidades de cada uno.

Clima laboral favorable: Para no perder la calma ni el orden trabajando en equipo (cosa que es más difícil de lo que parece) tiene que darse un ambiente laboral favorable en el que todos sientan la responsabilidad de conservarlo ya que puede ser determinante a la hora de trabajar. La comodidad y la confianza en el trabajo son fundamentales, pero seguramente esta importancia se incrementa si además el trabajo es en equipo.

Abiertos a la adaptación: A la hora de trabajar, como todo en la vida, cada uno tiene sus manías y costumbres, pero cuando trabajamos en equipo, las manías de uno y de otro pueden chocar hasta crear problemas de comunicación y comodidad que afecten al resultado final de trabajo. Por eso, es importante saber de antemano que, a la hora de trabajar en equipo estar abiertos a adaptarnos es fundamental. No podemos imponer nuestra manera de trabajar a todo el equipo, sino crear una manera de trabajar común entre todos.

Comunicación: Por último pero no menos importante está la importancia de la buena comunicación a tiempo. Para evitar confusiones y poner en conocimiento desde el principio los objetivos del proyecto, las metodologías y los valores a seguir.

¿Sabes fomentar el trabajo en equipo en tu empresa?

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