Existen muchos motivos por los que un autónomo se decide a traspasar su negocio, ya sea la falta de tiempo, poca rentabilidad o incapacidad para continuar. Lo que se sí es seguro es que, tanto para quien lo cede como para quien lo adquiere, un traspaso es una solución fácil, ya que por un lado, quien traspasa el negocio lo hace de una manera rápida, y quien adquiere el negocio no parte de cero.
Traspasar un negocio supone que este lo adquiera un nuevo titular que será quien continúe con su explotación a través de un contrato entre quien lo cede y quien lo adquiere en el que se traspasa el local y su actividad.
Si quien traspasa el negocio tiene el local alquilado, es necesario firmar también un contrato entre el nuevo explotador del negocio y el arrendatario. Es importante tener en cuenta que, en un traspaso, el contrato incluye todo aquello que el local tiene y se utiliza para la actividad económica, ya sean máquinas, mobiliario, infraestructuras e incluso la clientela habitual. Se podría considerar que un traspaso es una opción para los autónomos de no comenzar un negocio de cero.
Para realizar un traspaso de forma sencilla puedes seguir los siguientes pasos:
- Valorar el negocio: El primer paso para realizar un traspaso es valorar el negocio. Valorar un negocio no es solo cuestión de ubicación y modelo de negocio, sino que para establecer un precio hay que tener en cuenta muchos otros factores, como los activos que posee el negocio, las existencias se las hubiera en el momento del traspaso, el fondo de comercio del negocio, la cartera de clientes…
- Encontrar un comprador: Después de poner un valor al negocio, para cederlo es necesario encontrar alguien que lo quera adquirir, por lo que una opción es recurrir a un asesor profesional que encuentre posibles compradores.
- Negociación entre ambas partes: Posiblemente tanto quien lo adquiere como quien lo cede tengan puntos o condiciones que aclarar antes de disponerse a firmar el contrato.
- Burocracia: Antes de adquirir finalmente el negocio, es importante encontrar los certificados que aseguren que tanto el negocio como el vendedor están al corriente de pagos.
- Contrato: Lo habitual es que antes de firmar el contrato se ingrese una señal, normalmente del 10% del total. El contrato normalmente incluye datos personales de ambas partes al igual que todas las características de local y las obligaciones económicas del negocio.