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Cómo levantarse tras un fracaso laboral

Nadie dijo que el camino del éxito fuera un camino de rosas. Si esto fuera así, todo el mundo lo alcanzaría. El camino siempre suele tornarse pedregoso, porque “quién algo quiere, algo le cuesta.” Esto no significa que no sea humano lamentarse por los obstáculos laborales que vamos afrontando, por esos golpes que no sabemos muy bien cómo encajar. Es humano lamentarse, pero es necesario levantarse y volver con más fuerza que nunca. El mundo tiene que saber que aquí estás tú y que vas por el camino que te va a garantizar el éxito, con o sin piedras en él:

La importancia de tu perspectiva ante el fracaso

El fracaso es un momento crucial, para bien o para mal. Es el momento en el que te das cuenta que algo ha salido mal, y que por tanto, necesitas remediarlo. Es el momento que te mostrará quién está ahí en los buenos momentos pero también en los malos. El fracaso puede abrir una infinidad de oportunidades, pero todo depende de tu perspectiva ante él. Sí decides hundirte y no superar esa caída, sí decides rendirte, el fracaso será tu peor enemigo. Por el contrario, si decides tomar cartas en el asunto y reparar aquello que ha salido mal, el fracaso te habrá fortalecido en muchos aspectos.

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Confía en tu instinto

El pensamiento general es que aprendemos de los errores, pero la verdad es que solemos repetir muchas veces los mismos errores. Somos humanos, y esto es algo natural, aunque pueda resultar estúpido. Pero es muy importante que confiemos en nuestro instinto. Nuestro instinto nos manda señales sobre ciertas personas, sobre ciertas situaciones. De nuestro instinto pasa a nuestro cuerpo en sí. Cuando tenemos un mal presentimiento, presentamos síntomas físicos en muchas ocasiones, no nos sentimos bien. Por ello, confía siempre en tu instinto.

Contrólate (nadie te conoce mejor que tú)

A veces tenemos que lidiar con fracasos personales y laborales a la vez. Parece que el mundo se va a acabar, pero si nosotros mismos no encontramos la forma de mantenernos a flote, seguramente nadie pueda hacerlo. En los momentos en los que creas que estás perdiendo el control sobre tí mismo, busca algo que te apasiones, o simplemente algo que te haga feliz y haga que el estrés se aleje. La vida no tiene que ser una carrera, la vida ha de ser un paseo que podamos disfrutar.