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Job Ghosting: Por qué los empleadores engañan a los candidatos durante el proceso de entrevista

Desafortunadamente, el efecto fantasma se ha convertido en algo común en el proceso de contratación y en uno de los mayores puntos débiles para quienes buscan empleo en el mercado laboral actual. El empleo fantasma se refiere a la práctica de suspender repentinamente toda comunicación con un candidato, con la esperanza de que el solicitante entienda que ya no está siendo considerado para el puesto, en lugar de que el profesional de recursos humanos o el gerente de contratación simplemente le diga que «Hemos cerrado la candidatura».

Un solicitante presentará su currículum a un empleador, lo llamarán para una entrevista y pasará por el proceso de reunirse con entre tres y seis o más personas en el transcurso de varios meses. El candidato está entusiasmado con la oportunidad, pero su entusiasmo disminuye cuando hay un silencio ensordecedor por parte del equipo de contratación. No devuelven sus llamadas, mensajes de texto, correos electrónicos y mensajes de LinkedIn. La interrupción repentina de la comunicación pretende connotar que no consiguió el trabajo.

Esta fría evitación de compartir comentarios desorienta y desalienta a los candidatos. Se sienten aprovechados, ya que dedicaron mucho tiempo y esfuerzo a las entrevistas y mantuvieron ciertas expectativas sobre el resultado a medida que avanzaban en el proceso. Lo que es peor, sin ninguna crítica constructiva, el buscador de empleo no sabe qué hizo mal y no sabe cómo mejorar sus habilidades de entrevista para la próxima oportunidad.

Razones comunes para que los empleadores se conviertan en fantasmas

A veces, los empleadores engañan a los candidatos si han decidido contratar a un nuevo empleado para el puesto, han elegido a un empleado interno o han alterado sus prioridades debido a cambios internos, obstáculos financieros o el despliegue de inteligencia artificial. El efecto fantasma puede ser una señal de que la organización demuestra prácticas de contratación poco éticas o tiene una cultura empresarial tóxica con falta de respeto por sus trabajadores.

Además, con la proliferación de bolsas de trabajo en línea y el botón de solicitud fácil, los reclutadores internos, los profesionales de adquisición de talentos y los recursos humanos se ven inundados de currículums. El gran volumen de solicitantes puede dificultarles mantenerse al día con respuestas personalizadas.

A algunos reclutadores y gerentes de contratación, aunque tienen buenas intenciones, les resulta difícil rechazar o brindar comentarios negativos a los candidatos. Se sienten incómodos o temen decirle al solicitante que no seguirán adelante con él. Es fácil para ellos esconderse detrás de la tecnología y esperar que el solicitante se vaya sin hacer mucho escándalo. Además, es posible que la empresa no tenga políticas sólidas sobre cómo comunicar información de manera efectiva a los entrevistados durante todo el proceso de contratación.

El factor miedo

Existe un temor subyacente de que un reclutador, gerente de contratación o representante de recursos humanos pueda decir sin darse cuenta algo que pueda malinterpretarse como sexista, racista o cualquier otra forma de discriminación. Nadie quiere arruinar su carrera o ser «cancelado», por lo que se sienten más seguros si simplemente no dicen nada. Después de sopesar los pros y los contras, deciden que no vale la pena arriesgar su sustento para entablar una conversación que podría volverse en su contra.

En el otro lado de la ecuación, los solicitantes de empleo pueden dejar de lado a un empleador potencial porque recibieron otra oferta de trabajo, no se sintieron cómodos con los entrevistadores o buscaron ganar más dinero con un título corporativo más alto en otro lugar. Llegarán incluso a firmar la carta de oferta, pero no se presentarán a trabajar en la fecha de inicio. Incluso pueden comenzar a trabajar y luego renunciar sin renunciar formalmente ni siquiera informar a la empresa. El empleado no llama ni se presenta indefinidamente.

Cómo recuperar la confianza después de haber sido engañado

Es importante tener en cuenta que las prácticas de fantasmas no le ocurren sólo a usted. Esto no quiere decir que sea correcto, pero al menos ahora eres consciente de que no hay una nube oscura sobre tu cabeza ni que la gente está conspirando contra ti para sabotear tu empleo. La realidad es que el efecto fantasma se ha convertido en un procedimiento operativo estándar no oficial.

Con suerte, después de que suficientes personas se quejen y compartan su ira y descontento, algún día el proceso de entrevista de trabajo será más humano y transparente.

Hasta entonces, reconozca que si no hay respuesta significa que lo más probable es que no sea el favorito para el puesto. Trate de no tomar esto como algo personal, ya que hay docenas (si no, cientos o miles) de currículums que podrían haberse presentado para esta oportunidad y muchos candidatos están en carrera.

Aunque es más fácil decirlo que hacerlo, trate de mantenerse optimista cuando regrese al proceso de entrevista. Si se entrevista en otra empresa sintiéndose enojado, resentido y cargando con el equipaje de su anterior rechazo y fantasma, el gerente de contratación lo notará.

Los empleadores quieren contratar personas felices, optimistas, agradables y motivadas, además de poseer las habilidades y la experiencia necesarias para tener éxito en el puesto. Si usted se muestra cansado y abatido, el gerente de contratación lo tomará con dureza y buscará a otra persona. Aunque parezca frío, esa es la realidad.

Después de haber sido engañado y no conseguir el trabajo que quería, está bien que se tome un tiempo para recalibrarse. Haga algo positivo y edificante para levantar su moral. Mantén tu mente ocupada. Si disfrutas de algún hobby o deporte, hazlo para sentirte mejor y recuperar la confianza en ti mismo. Recuerde todas sus cualidades positivas y todas sus victorias anteriores.

Antes de pasar a la siguiente entrevista, realice la debida diligencia en el proceso de contratación de la empresa para discernir si la empresa tiene reputación de hacer fantasmas. Si es así, puedes decidir retirarte de la carrera o seguir adelante sabiendo que existe una alta probabilidad de que te engañen.