Todas las personas han pasado por algún momento en el cual han tenido que soportar que otras personas hablen mal de ellas. Esto afecta a la reputación de cualquiera, solo las personas que te conocen saben verdaderamente cómo eres. Realmente, esto es precisamente lo que debería de importar, pero en la mayoría de las ocasiones no es así. Aunque no debería ser así, la envidia es parte del día a día en el entorno laboral. Muchas personas quieren escalar en su carrera, y en lugar de hacerlo por méritos, intentan llevarse por delante a cualquiera. Es triste, pero es una realidad.
Ese momento en el que alguien pone en juego tu reputación, resulta especialmente delicado. A pesar de saber que esto no es cierto, el miedo puede invadirte y sacar lo peor de ti. Es lo más lógico del mundo, pero es necesario oponerse a ello, luchar cuando las cosas se ponen verdaderamente difíciles. No importa cuántas personas estén intentando acabar con tu reputación, no puedes dejar que la frustración saque la peor versión de ti mismo. Al fin y al cabo, la negatividad en exceso puede sabotear nuestro éxito.
La negatividad no te afecta a ti, afecta a los demás
Este titular precisa de explicación, ya que puede ser entendido de muchas formas distintas. Las personas que pasan su vida intentando que se hable mal de otras personas, o que su reputación se ponga en tela de juicio, tienen un gran vacío, algo que les lleva a actuar así y que realmente solo les afecta a ellos. Por tanto, si tú vives tu vida y vas a trabajar sin meterte en los asuntos de nadie, y ellos se pasan la suya analizando y mintiendo sobre todo lo que haces, es solo cuestión de tiempo que las personas se den cuenta de que el problema son ellos y no tú.
Tú mejor defensa es ser fiel a ti mismo
Los verdaderos líderes son aquellas personas que tienen muy claros sus valores y sus principios. No es necesario ser el jefe de una empresa para ser un líder. Existen personas con un aura diferente, algo que inspira a los demás. Por ello, si estás feliz con la persona que eres, si sabes perfectamente que la persona que te está haciendo la vida imposible lo hace por un motivo que a ti se te escapa, vive tu vida como si nada de esto importase.