Es visible que se está produciendo un cambio, o al menos las cosas están progresando a su propio ritmo. El día 8 de Marzo ha supuesto un antes y un después dentro de la revolución feminista. Por supuesto, todavía hay un gran número de personas que no tienen claro el significado de feminismo, ni siquiera que lo único que busca es la igualdad, y esto dificulta en muchas ocasiones que las mujeres puedan alcanzar lo que debería ser suyo por derecho. Por suerte, existen mujeres en altos cargos que quieren cambiar el mundo desde arriba, aunque sea poco a poco.
Los esfuerzos de todas estas mujeres, pero también de todas las mujeres en general, lograrán cambiar las percepciones y serán de gran ayuda para las siguientes generaciones. Es necesario educar en diversidad y en inclusión, es necesario investigar las formas para contar con una fuerza laboral más diversa, basada en la igualdad. Esto no quiere decir que todo el mundo tenga que estar de acuerdo con las medidas que se adopten. El problema es que se da por hecho que si una empresa debe contratar al mismo número de mujeres que de hombres, se está haciendo un favor a las mujeres, porque seguramente no sean tan válidas como los hombres. Este pensamiento es precisamente el que es necesario eliminar, nadie debería sentir que le están contratando por lástima o por obligación.
El cambio no tiene que producirse en las leyes, el cambio tiene que producirse en las mentes de las personas, sobre todo en las que más potestad tienen dentro de las empresas. Pero el cambio tiene que producirse desde el principio. Si no educamos a los niños en la importancia de la igualdad, la sociedad perpetuará un modelo de discriminación por inercia. Esto es algo que se ha ido permitiendo durante los años porque las personas no eran conscientes, pero ahora las cosas están cambiando, y depende de nosotros lograr que la mujer pueda alcanzar la igualdad, caminar de lado del hombre, no por delante de él.
Alcanzar la igualdad es muy complicado, y aunque muchas personas quieran hacerlo, quizás no vean la manera correcta. Es necesaria la cooperación entre personas, pero también el entendimiento y la tolerancia. A veces solo es necesario ponerse en los zapatos de la otra persona para entender todas esas situaciones de discriminación que nadie quiere que se repita.