Has conseguido pasar un filtro entre gran cantidad de candidatos, aprobar la entrevista y ser el elegido para desempañar tu puesto, pero ahora es importante conservar el trabajo y cuidar la imagen que das en él, por lo que es imprescindible que sepas cómo debes actuar en cada momento y qué cosas te pueden perjudicar. Estos son algunos de los errores más frecuentes que debes evitar cometer en tu vida laboral.
Discutir o rebatir todo: Es recomendable que tomes partido dentro de tu empresa de las decisiones que te afecten directamente, al igual que es positivo que transmitas tu opinión y propongas cambios si lo crees necesario, pero siempre con un tono de propuesta y no de orden. Si tomas la costumbre de rebatir o quejarte por cualquier cosa que ocurra en tu entorno laboral deberías reconsiderar tu actitud, ya que puede afectarte a tu perfil laboral.
Prometer y no cumplir: Siempre que te comprometas con tus compañeros, tus clientes o tus jefes a conseguir algo, hazlo seguro de que lo conseguirás. En este caso sobrestimar tus facultades puede repercutirte negativamente a nivel laboral si prometes conseguir algo que luego no eres capaz o no de la manera que lo habías previsto.
Ofrecerte voluntario para todo: Ser amable, flexible y compresivo en cuanto a horas y volúmenes de trabajo es algo positivo que te puede sumar punto ante tus jefes, pero no es algo que debas hacer en exceso. Es decir, si siempre te ofreces voluntario para cargar con el trabajo de otros o sacrificar tu tiempo de descanso a favor de la empresa te puede jugar en contra, ya que puedes alcanzar un desgaste que luego se perciba en tus tareas reales.
Vestir de manera inapropiada: Saber mantener una imagen en el trabajo por mucha confianza que sientes o por muy cómodo que te encuentres es importante y algo que en ocasiones se los olvida. En cuanto a la vestimenta, te beneficiará aprender a diferenciar las diferentes ocasiones y utilizar una indumentaria acorde. No quiere decir que debas cambiar tu stilo o sentirte “disfrazado”, sino adaptar la ropa de tu armario y tu manera de vestir a cada ocasión.
Gastar el tiempo laboral en cosas no laborales: Aunque trabajes en un ambiente distendido donde se te permite contestar mensajes o tomarte unos segundos para comentar algo con el compañero es importante que no pierdas la conciencia de estar trabajando y no lleves estas prácticas o estos permisos al nivel de estar en el sofá de tu casa. En muchas ocasiones, aunque creamos que no, se nota cuándo estamos trabajando y cuándo no.
Ser negativo: Al igual que no es recomendable llevarte el trabajo a casa, tampoco es bueno llevarte tus problemas de casa al trabajo. Hay muchas persona que ven su nivel o su calidad de trabajo afectados por sus problemas o preocupaciones personales de forma negativa. Aunque en ocasiones sea difícil, no debes dejar que las cosas externas te provoquen un carácter negativo e irascible que descargues en el trabajo.
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