De cara a este 2024, en el que actualizará el próximo mes de marzo su plan estratégico, Iberdrola adelantó que invertirá 12.000 millones de euros, lo que le permitirá incrementar su capacidad instalada renovable terrestre en 2.000 MW, a la que se unirá la contribución de los nuevos proyectos eólicos marinos actualmente en construcción.
Además, la empresa seguirá invirtiendo en redes, contando con nuevos marcos regulatorios en los Estados Unidos, el Reino Unido y Brasil, y tiene ya cerrada la venta del 100% de su energía para este ejercicio.
Con todo ello, prevé un crecimiento del beneficio neto del 5/7% –excluyendo plusvalías por rotación de activos–, una cifra que se situaría en la horquilla de los 5.043-5.139 millones de euros.
El propio Galán explicó en la presentación de resultados de 2023 que en 2024 se superará “con creces” los 5.000 millones de euros de beneficio “por primera vez en 120 años de historia” del grupo. La compañía bate sistemáticamente sus propios objetivos de beneficios e inversiones, lo que le lleva a disparar el dividendo.
Aumenta un 8% su base de activos de redes
Por otra parte, Iberdrola elevó un 8% su base de activos de redes, alcanzando los 42.210 millones de euros. La empresa ya cuenta con 1,3 millones de kilómetros de líneas eléctricas y miles de subestaciones en todo el mundo y seguirá invirtiendo en regiones con nuevos marcos regulatorios como Estados Unidos, Reino Unido y Brasil.
Además, lideró el mercado de PPAs en Europa, con casi 1.000 MW firmados en 2023 y mejoró la cuota de mercado en la Península Ibérica, con 8,3 millones de clientes y alrededor de tres contratos por cliente.