La aseguradora francesa Axa registró un beneficio neto de 7.189 millones de euros en 2023, lo que supone aumentar en un 42% las ganancias respecto al año pasado, según se desprende de la cuenta de resultados que ha publicado este jueves la firma, que ha anunciado una mejora de la retribución a los accionistas.
En este sentido, la aseguradora francesa ha anunciado una política de gestión de capital en la que aplicará un objetivo de ratio de pago del 75% de las ganancias subyacentes por acción, que en el ejercicio 2023 sumaron 7.604 millones, un 25% más.
En concreto, este índice comprende el reparto de dividendos del 60% y un 15% adicional a través de recompras anuales de acciones.
De este modo, Axa abonará un dividendo de 1,98 euros por acción, lo que supone un alza del 16%, además de lanzar de un programa de recompra de acciones de hasta 1.600 millones de euros, cumpliendo así la meta de su nueva política.
La cifra de negocio bruta de la aseguradora francesa alcanzó el año pasado los 102.736 millones de euros, un 0,9% más, incluyendo un crecimiento del 5% del negocio de no vida (propiedad y accidentes), hasta 53.027 millones, mientras que el segmento de vida retrocedió un 3%, hasta 48.058 millones.
De su lado, el negocio de gestión de activos de la aseguradora gala se contrajo un 2% el último año, hasta 1.558 millones de euros.
«En 2023, seguimos viendo un buen impulso de crecimiento en nuestros negocios principales», declaró Thomas Buberl, consejero delegado de Axa, quien destacó que el nuevo plan estratégico a tres años de la entidad se enfoca en hacer crecer y fortalecer los negocios principales.
A este respecto, además de la nueva política de gestión de capital, Axa ha anunciado un aumento de los principales objetivos financieros para el periodo 2024-2026.
De tal modo, espera lograr una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del beneficio subyacente por acción de entre el 6% y el 8%, así como una rentabilidad sobre el capital subyacente entre 14% y 16% durante.