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El futuro del trabajo: IA, trabajo remoto y escasez de mano de obra

Para todos los trabajos, la actual escasez de mano de obra será un factor importante.
Foto: Getty

La inteligencia artificial (IA) cambiará la naturaleza del trabajo en los próximos años, interactuando con la demografía y el deseo de trabajo a distancia.

No existe un futuro del empleo que se aplique a todos los trabajos, pero para uno concreto, el futuro depende de la importancia de la ubicación y de la repercusión de la IA en las tareas implicadas. Para todos los trabajos, la actual escasez de mano de obra será un factor importante.

Demografía de un mercado laboral tenso

La escasez actual del mercado laboral no se debe a cambios relacionados con pandemias, sino a tendencias demográficas de larga data. Contratar nuevos trabajadores fue difícil y el desempleo fue inusualmente bajo en 2018 y 2019, antes de que surgiera el coronavirus. El problema era el bajo crecimiento de la población en edad de trabajar. La variación, de un censo a otro, de la población de 25 a 65 años es actualmente la más baja ¡desde la Guerra Civil! La historia se muestra en mi artículo El gráfico más aterrador para las empresas en la próxima década: Trabajadores No Disponibles, publicado en 2018. Desde que se escribió ese artículo, la inmigración extranjera ha demostrado ser más baja de lo planeado, tirando de nuestras proyecciones de población en edad de trabajar aún más bajas que antes.

La época de enormes aumentos de la población en edad de trabajar, de 1970 a 2010, coincidió con grandes incrementos de la tasa de actividad femenina. Eso acentuó la abundancia de demandantes de empleo. Desde 2009, sin embargo, el interés de las mujeres por trabajar se ha estabilizado. De modo que la población activa se ha mantenido prácticamente estancada.

Los datos demográficos apuntan a que el mercado laboral seguirá ajustado. La situación se suavizará –sólo un poco– en la década de 2030 a 2040. Mientras tanto, escasearán los trabajadores.

Trabajo a distancia en el futuro

La pandemia del coronavirus presentó a muchos trabajadores de oficina la posibilidad del trabajo a distancia. Los consultores independientes y los autónomos llevaban años trabajando desde casa, pero los empleados de las empresas tenían que trabajar a distancia durante los confinamientos. Y a muchos de ellos les gustaba. Algunos echaban de menos a los compañeros en torno a la cafetera y la celebración de los cumpleaños de los miembros del equipo, pero otros se sentían aliviados de no tener que desplazarse. Algunos se distraían más sin un jefe mirando, pero otros se concentraban más sin oír a sus compañeros charlando en una oficina abierta. La conclusión es que un número significativo de oficinistas, pero no todos, quieren trabajar desde casa.

Los directivos tienen una opinión diferente: creen que los trabajadores remotos rinden menos. Un reciente artículo de Harvard Business Review destacaba que los directivos estiman que la productividad del trabajo a distancia es menor que la de los empleados. Sin embargo, también es destacable que casi la mitad de los empleados y directivos piensan que la productividad es más o menos la misma trabajando a distancia que en la oficina. Recientemente han surgido pruebas de que los trabajadores a distancia tienen menos probabilidades de ser ascendidos.

Hace cuarenta años, los directivos habrían ganado la batalla. Había muchos solicitantes de empleo debido al crecimiento demográfico y a la incorporación de la mujer al mercado laboral. Hoy, sin embargo, el directivo que insiste en el trabajo en la oficina pierde a los trabajadores con talento. Elon Musk tuvo que retractarse de su estricta política de trabajo en oficina en Twitter. Los directivos pondrán en la balanza sus estimaciones de productividad frente a los salarios necesarios para que la gente trabaje en la oficina. El trabajo a distancia parecía ser una parte importante del futuro del trabajo para las ocupaciones de oficina. Pero ¿qué pasa con…?

La IA y el futuro del trabajo

Añadamos ahora la inteligencia artificial. El impacto será diferente dependiendo de si el trabajo es de oficina y administrativo o práctico. Para la mayoría de los oficinistas, la IA generativa, como ChatGPT, aumentará la productividad y reducirá la demanda de este tipo de trabajadores. El tenso mercado laboral para estas ocupaciones no lo será tanto, y el poder de negociación de los trabajadores será menor. El crecimiento salarial en este sector será más lento, pero se mantendrá la preferencia por el trabajo a distancia. Los directivos que insistan en el trabajo de oficina seguirán teniendo que pagar más para conseguir empleados, pero partiendo de una base más baja. Los directivos que tomen las mejores decisiones dispondrán de datos sólidos sobre productividad, en lugar de intuición y tradición. Sin embargo, la productividad es difícil de medir en muchos campos.

La IA tendrá menos impacto en el trabajo práctico: construcción, almacenamiento de estanterías, fabricación, cocina y servicio de alimentos, limpieza de oficinas y hoteles. La robótica ha ayudado a automatizar gran parte del trabajo en las fábricas, pero sus limitaciones se han hecho evidentes. Hablando con varios ingenieros de robótica me enteré de que las técnicas de aprendizaje automático que subyacen a la inteligencia artificial requieren muchos datos. Esos datos son más difíciles de obtener en el mundo físico. Por ejemplo, los soldadores robotizados de la industria automovilística trabajan exactamente en la misma soldadura, en el mismo entorno, una y otra vez. El soldador de un proyecto de oficinas en un rascacielos realiza diferentes soldaduras en condiciones variables de temperatura y viento. La IA podría ayudar a hacer el trabajo, después de recopilar un millón de observaciones del trabajo real. Ahora mismo parece que el desarrollo de la robótica se ha estancado, y que los informáticos con más talento se dedican a los grandes modelos lingüísticos. Es probable que la robótica logre algunos avances en el futuro, pero es difícil que se produzca rápidamente una revolución importante.

IA y el mundo práctico

No cabe duda de que la inteligencia artificial puede ayudar en muchos aspectos del mundo práctico. Los carpinteros seguirán cortando tablas, pero la estimación de costes y la lista de materiales del contratista se crearán con la ayuda de la IA. El ordenador no cocinará un filete, pero la IA puede ayudar a calcular cuántos filetes pedirán los comensales mañana, reduciendo el costoso despilfarro.

La IA, combinada con sensores, puede ayudar a llevar al trabajador adecuado al lugar adecuado en el momento adecuado. Los aseos seguirán limpiándose a mano durante muchos años, pero no permanecerán sucios mucho tiempo con buenos sistemas de control basados en IA. Los baches podrán rellenarse antes de que se hagan grandes.

Resumen del futuro del trabajo

El futuro del trabajo será muy específico. La demanda de trabajadores prácticos crecerá mientras que la oferta no lo hará, empujando los salarios al alza y llevando a los empresarios a ofrecer mejores condiciones laborales. Las funciones de oficina estarán asistidas por herramientas especializadas que utilizarán inteligencia artificial, lo que reducirá la demanda de este tipo de trabajadores. El equilibrio resultante podría implicar una caída de los salarios, aunque una mayor productividad reducirá el coste de la vida de los consumidores en general. El trabajo a distancia pasará a formar parte de la negociación salarial, y los empresarios ofrecerán esa opción para mantener bajos sus costes.

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