Nos encontramos sobreestimulados por una constante flujo de productos provenientes de los medios de comunicación, de campañas de publicidad masivas y de marcas que intentan vendernos algo. Por ello, resulta cada vez más complicado mantener la atención de la audiencia para los departamentos de marketing. Pero sobre todas las cosas, resulta complicado generar contenido de valor que pueda hacer que el consumidor se comprometa. Además, es necesario cuidar las palabras que se utilizan a la hora de publicitar un producto, ya que estas pueden arruinarlo todo. Pero existen algunas claves que pueden ayudarte a mantener fresco el marketing de tu empresa así como mantener el compromiso de la audiencia:
Autenticidad
Las personas buscan productos o empresas en los que puedan creer. No esperan o quieren que seáis perfectos, pero esperan que seáis auténticos. A la hora de publicitar un producto o un servicio, comparte al máximo con tu audiencia, mantén la autenticidad en todo momento.
Fe en tu propio producto
Es importante que muestres tu creencia personal en tu producto o servicio. La publicidad de tu empresa debe reflejar niveles de transparencia altísimos. Un buen ejemplo son esos anuncios que muestran cómo el presidente o presidenta de la empresa es además cliente de la empresa, eso muestra fe en tu propio producto. Enseña tus errores, pero aún más importante, muestra al mundo cuánto llegas a creer en tu propio producto.
Evita las complicaciones
Mantén tu publicidad lo más simple posible. Somos constantemente bombardeados con palabras, ruidos e imágenes. El público necesita claridad y simpleza en el mensaje. Ten en mente, y ten muy claro, quién es tu audiencia, a quién va dirigido tu mensaje.
Conecta con las necesidades humanas
La publicidad que apela las motivaciones o necesidades humanas, como la seguridad, es normalmente la más exitosa. El público se entrega cuando piensa que conecta a nivel personal con una marca, con el contenido que ven, escuchan y leen. Las mejores marcas conectan con las emociones, los problemas de la vida cotidiana y las necesidades básicas de los usuarios.
Habla menos y escucha más
La cosa más simple que puede hacerse en publicidad es compartir una gran cantidad de contenido y promocionar un producto de forma consistente. Pero existe un gran valor oculto en el hecho de parar y preguntar a las personas qué es lo que están buscando y las razones de su búsqueda. Escuchar a tus clientes te ayudará a clarificar tu mensaje y a desarrollar tu producto.
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