Es un hecho que desde que en 1872 se presentara la primera “película” de cine en Filadelfia, o los hermanos Lumiere presentaron su película muda (La salida de la fábrica) en 1895 el cine y la tecnología han ido cogidos de la mano. Ambos han sufrido a lo largo del siglo XX tal avance que ha cambiado por completo la forma de ver el mundo.
Es cierto que las pautas de interpretación dentro del cine han ido evolucionando a la par que lo hacía la sociedad fuera de ella, pero también el avance de la tecnología ha ayudado a moldear el cine tal y como lo conocemos.
Desde que Luke se enfrentara al lado oscuro y acabara con el Imperio, el avance de los llamados efectos especiales ha ido en ascenso, pasando por los Animatronic de parque jurásico hasta el 3D de Avatar donde los actores casi quedaron en un segundo plano.
La tecnología y la experiencia del cine.
“El cine ha muerto”, esas fueron las declaraciones del veterano director de cine Martin Scorsese al referirse al cine actual y es que el director opina que la experiencia del cine tal y como él la conocía ya no existe.
La aparición de Internet tanto en móviles y tablets como en televisiones han modificado la manera de ver cine. Ya no hace falta desplazarse a grandes salas para poder disfrutar de una buena película, plataformas como Netflix o HBO hacen cada vez más accesible el poder ver una película o serie casi en cualquier lugar y momento.
Aunque no solo se ha visto afectada la experiencia fuera de la gran o pequeña pantalla; dentro de ella también ha sufrido un gran cambio. Cada vez son más las películas que hacen uso de las últimas tecnologías para, al menos durante unas horas, permitirnos salvar el mundo del señor oscuro o ser pilotos de robot gigantes que protegen la tierra.
Efectos que hace unos años eran solo propiedad de las grandes superproducciones, con el paso del tiempo cada vez están más cerca de casi cualquier película sin que importe su argumento o la interpretación de los protagonistas, tal vez en esto sí que tengamos que darle la razón al veterano director.
La tecnología como temática.
Ya vemos que la tecnología y el cine gozan en la actualidad de una relación bastante estable fuera de la gran pantalla, pero dentro de ella parece no llevarse tan bien. Desde que en en 1984 Skynet llevase a la humanidad al borde de la extinción, no han sido pocas las veces que el cine nos han avisado del peligro de la sobre-tecnología y de lo que puede ser un arma de doble filo.
Películas como Wall-e de Disney o series como Black Mirror nos enseñan un futuro en el que la humanidad depende demasiado de la tecnología (esta última con ejemplos tan cercanos que a veces da miedo).
Otro de los temas más tratados es el uso de la inteligencia artificial. Películas como Yo Robot o Ex machina nos transportan a una realidad en la que la tecnología está tan implementada en la sociedad que es difícil distinguir lo que es natural o artificial.
Aunque por suerte no en todos los casos la humanidad es amenazada. En Passengers (Pasajeros) es gracias a la tecnología que la humanidad puede hallar un nuevo hogar entre las estrellas.
El cine al alcance de todo el mundo
Hace años, si alguien quería grabar una película o un cortometraje tenía que hacer una gran inversión en equipos de filmación, pero con el avance de los dispositivos cada vez hay medios más alternativos para conseguir que cualquier persona con una idea y un teléfono móvil se ponga en la piel de un director de cine y desarrolle su propio proyecto.
Uno de los ejemplos más claros lo tenemos en la película española La fiesta, que contaba con un presupuesto de 6.000€ y acabó recaudando en cines 1.280.000€
Otro medio que ha revolucionado la extensión de este mundo ha sido la llegada de plataformas como Youtube, que han permitido que cualquier persona sin necesidad de gasto alguno pueda publicar sus ideas haciendo llegar su proyecto a millones de personas.
El reto de la ciberseguridad
Por último, una de las partes que tal vez Hollywood más teme de la tecnología es la ciberseguridad. En 2014 Sony sufrió un ciberataque que causó un gran estrago dentro de la compañía perdiendo datos personales de los trabajadores o el guión de la última película de 007 así como la pérdida estimada de 200 millones de dólares.
Otro de los casos más sonados recientemente fue el ciberataque a HBO donde tuvieron acceso a capítulos inéditos de la serie juego de tronos o guiones de capítulos por entonces no estrenados. Como medida de los actores de HBO no recibirán los guiones sino que grabarán una escena y luego les dirán qué van a pasar. “Todos tendremos auriculares para realizarlas, luego alguien nos dirá cuál es la línea que tenemos que decir y después la haremos” declaraba Nikolaj Coster-Waldau, que da vida a Jamie Lannister, en su entrevista en Skavlan.
Nadie sabe hasta dónde llegara el mundo del cine, tal vez el siguiente paso sea incorporar películas personalizadas gracias a la realidad virtual, lo que sabemos con seguridad es que el cine y la tecnología irán de la mano tal y como van una buena película y un buen cubo de palomitas.
Rubén Sánchez es Desarrollador de SW en Barbara IoT, empresa especializada en desarrollo de Software y Firmware seguro para dispositivos conectados (‘Internet of Things’).