Buenas noches,
Querida Presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, queridos premiados en ediciones anteriores, que habéis querido acompañarme en este acto, queridos amigos,
Quiero expresar, en primer lugar, mi gratitud por este premio al mejor CEO del año 2017, al jurado de la prestigiosa publicación Forbes, y, por supuesto, a su Presidente, Andrés Rodríguez, Presidente y Editor de Spainmedia, que en sólo 10 años y cuando parecía que el sector editorial estaba maduro y casi cerrado, se ha ganado el respeto de todos; Forbes, el New York Times o El Español presumen de ser sus socios.
Este reconocimiento supone un verdadero honor para mí y, por ello, quiero compartirlo con mis amigos, con mis compañeros y con todos los excelentes profesionales del Grupo ACS, que entregan buena parte de sus vidas al desarrollo de nuestra compañía y por, supuesto, quiero tener muy presente hoy a mi familia.
Muchos de los que nos encontramos aquí esta noche somos muy conscientes de la impresionante transformación que ha experimentado España en los últimos 40 años. Un tiempo de estabilidad y paz como nunca habíamos vivido y esto es sin duda una historia de éxito.
Los españoles nos debemos sentir orgullosos de lo que hemos sido capaces de lograr como país y, además, superando ese pesimismo histórico que a veces nos atenaza. Hoy España es un país con prestigio internacional, moderno y avanzado, que ha logrado un desarrollo difícil de imaginar hace cuatro décadas. Un éxito como nación de nuestros ciudadanos que se ha conseguido con trabajo y sacrificio y haciendo frente a adversidades como la última gran crisis económica de estos últimos años que, felizmente, está siendo superada.
Un cambio extraordinario que se ha basado en el consenso político, en la paz social, en la convivencia y en el respeto. Y ha sido una labor de todos, pero creo que merecen una mención especial aquellos políticos que protagonizaron la gran aventura de la Transición y, también, la responsabilidad inmensa demostrada desde aquel día por las fuerzas sindicales. Hoy no deberíamos olvidar cómo en 1977 vivíamos una situación de parálisis, con una inflación superior al 26%. Y prácticamente no contábamos como país en el contexto internacional.
Entonces todos los partidos políticos fueron capaces de aparcar sus diferencias políticas, todos fueron capaces de ceder y firmar unos pactos de La Moncloa claves para que, más tarde, España se incorporara como uno de los países referentes de Europa.
Tuve la enorme satisfacción de participar en aquella histórica Transición formando parte del equipo de la UCD de Adolfo Suárez. Teníamos una oportunidad única para cambiar de régimen e iniciar una etapa de prosperidad, y lo logramos. Lo logramos entre todos porque fue el pueblo español el gran protagonista.
Aunque yo era muy joven, participé activamente en esa etapa en la Administración Pública, desde el año 1976 hasta el 1983, lo que duró la UCD, y hoy estoy realmente orgulloso de haber formado parte de aquel equipo, y de aquel tiempo, que ayudó a consolidar las bases de un nuevo futuro para la España de hoy. Fue una etapa apasionante, seguro que no fue perfecta pero también les aseguro que una etapa difícil de repetir y repleta de triunfos democráticos y de avances. Fui Delegado de Saneamiento y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Concejal también de este mismo ayuntamiento, Director General de Infraestructuras del Transporte, del Ministerio de Transportes, y también Presidente del IRYDA (el Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario), en el Ministerio de Agricultura.
Fueron años intensos, años repletos de ilusión y de responsabilidad pero, también, de sacrificios que han sido punto de partida para el período más largo de estabilidad democrática de nuestra historia, y para que hayamos avanzado de manera espectacular en el aspecto económico, social y empresarial. Hemos pasado, por ejemplo, de no tener ninguna multinacional española a principios de los años 80, a que hoy, las primeras empresas del IBEX sean importantes multinacionales en áreas tan estratégicas como las telecomunicaciones, las energías renovables, las infraestructuras, la banca o el turismo. Y yo tengo el orgullo de haber participado en la creación y desarrollo de una de esas empresas multinacionales en el sector de las infraestructuras, junto a un equipo de profesionales y colaboradores excelente.
En el año 1983 salí de la Administración Pública. Fue entonces cuando con un grupo de amigos, todos Ingenieros de Caminos, decidimos comenzar a gestionar nosotros mismos nuestro futuro, iniciando una actividad empresarial plenamente ligada a nuestra profesión.
Compramos entonces una pequeña empresa en crisis, Construcciones Padrós, que tenía una plantilla de 70 personas y que facturaba unos 11 millones de euros.
Aquella fue la semilla de lo que hoy, 35 años después, es el Grupo ACS, que factura 35.000 millones de euros al año, es decir, 100 millones de euros al día, y da trabajo a casi 200.000 personas de las que 23.000 son ingenieros y titulados universitarios. Quiero señalar, en especial, que nuestro Grupo da trabajo, también, a 8.000 personas que pertenecen a colectivos vulnerables. Son trabajadores procedentes de colectivos desfavorecidos, como personas con discapacidad, víctimas de violencia de género o personas en riesgo de exclusión.
También quiero subrayar que en ACS creemos en la igualdad de oportunidades; apostamos por el talento, la entrega, la innovación y la capacidad de trabajo. Y por ello, y como grupo global que somos, hemos puesto en marcha una política de diversidad, en la que nos comprometemos a promover todas las medidas necesarias para asegurar la igualdad de oportunidades y evitar cualquier tipo de discriminación en los procesos de selección.
Quiero destacar hoy, especialmente, a nuestro gran equipo humano, que me ha acompañado y que está hoy aquí, conmigo. Su ilusión, su esfuerzo y su compromiso nos han convertido en el mayor grupo de infraestructuras del mundo.
Hoy trabajamos fundamentalmente en las áreas más desarrolladas: en América del Norte, facturamos el 45%, casi la mitad de nuestra facturación; en Australia el 20%; en Europa el 20% y el resto, un 9% en Asia, un 5% en América del Sur y un 1% en África. En España facturamos 4.400 millones de euros, lo que representa tan sólo el 12,7% de nuestra facturación total.
El Grupo ACS es global y por undécimo año consecutivo, es el número 1 en el mundo en el desarrollo de concesiones de infraestructuras de transporte, según el ranking de la prestigiosa revista especializada Public Works Financing (PWF).
Y, por cierto, también por sexto año consecutivo, ACS lidera el ranking de las constructoras que desarrollan mayor actividad internacional, según la publicación Engineering News Record (ENR). Facturamos fuera de España algo más de 30.000 millones de euros. Unos números que son record y de los que nos sentimos orgullosos.
Somos, también, muy conscientes de lo que esto representa para nuestro país, porque contribuimos a la consolidación de la marca España en el mundo.
Creo que el aspecto más destacado de la cultura ACS, es el espíritu empresarial que transmitimos en toda la organización; un grupo formado por 1.500 empresas. Juntos perseguimos un crecimiento, rentable y sostenible, ofreciendo el mejor servicio a los ciudadanos, que son para los que realizamos nuestros trabajos.
Nuestra reciente apuesta por adquirir Abertis es un ejemplo de ello. Supone un nuevo reto pero, sin duda, contamos con los recursos necesarios y con las personas idóneas, y con la misma ilusión con la que hemos afrontado otros retos que nos han llevado hasta aquí.
Pero mi vida también está marcada por el Real Madrid. La verdad es que mi padre me inculcó el cariño y la pasión por este Club y por los valores que representa, como son el esfuerzo, el no rendirse jamás, el respeto al adversario y la solidaridad. Me presenté a la presidencia en el año 2000, hace ya 18 años, porque el club corría el riesgo de dejar de ser de sus socios y estaba en una situación económica realmente delicada.
Por eso me dediqué a aplicar todo el rigor empresarial y a aportar mi experiencia al Real Madrid. Pensé que un club como el Real Madrid, repleto de leyenda y de emociones, debía incorporar también los métodos de gestión y de control de las grandes compañías. Y así comenzamos una auténtica revolución que hizo que el Real Madrid pasase de estar al borde de la quiebra a ser el lider mundial en potencia financiera. Fichamos a los mejores jugadores del mundo y el Club pasó, en 3 años, de ingresar 100 M de euros a 300 M de euros, y de perder 30 M de euros a ganar 30 M de euros. Esto nos permitió que el Club siguiera siendo de sus socios y, además, recuperar el lugar de privilegio, respeto y prestigio que nos exige nuestra historia.
Hoy en el Real Madrid nuestros ingresos son de 700 millones de euros y hemos consolidado un proyecto deportivo-económico estable y duradero. El éxito de aquel momento fue comenzar a gestionar un club de fútbol como una gran y moderna compañía, y conseguir que la base económica sostenga los éxitos deportivos.
Este modelo ha sido materia de estudio en las escuelas de negocios de las Universidades de Harvard y de Columbia, explicando cómo se ha conseguido la transformación de un club de fútbol aplicando la gestión y los métodos empresariales. Esta transformación del Real Madrid se estudia, también hoy día, en más de 150 universidades en todo el mundo, especialmente de EEUU, Europa, Asia. El profesor Steven Mandis, de la Columbia Business School, ha escrito un libro sobre la fórmula Real Madrid, donde cuenta con detalle esta transformación.
Durante estos 18 años el Real Madrid ha liderado todos los ranking más prestigiosos, como el del club con mayores ingresos de cualquier institución deportiva del mundo y el del club más valioso del mundo designado, precisamente, por la revista Forbes.
Pero como pasa en todas las actividades de la vida, los modelos deben evolucionar y perfeccionarse y en eso estamos también en el Real Madrid. En el deporte y en el fútbol como en la economía y en el mundo empresarial no hay tiempo para la autocomplacencia. El mundo digital nos va a llevar a un escenario que hoy no podemos imaginar, y el Real Madrid también quiere estar a la cabeza de ese futuro.
Quizás por todo esto que he contado, Forbes se ha acordado de mí y me ha designado mejor CEO del año 2017.
Queridos amigos, reitero mi agradecimiento a Forbes en mi nombre y en el de todos los hombres y mujeres que forman parte de ACS.
Os agradezco a todos vuestra presencia aquí esta noche, y especialmente a mis amigos y a la familia que quiero y que tanto me han ayudado durante todo este tiempo, y que están aquí conmigo.
Y un agradecimiento muy personal a la Presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, que ha tenido la amabilidad de venir a entregarme este premio. Quiero decir que Ana Pastor pertenece a ese grupo que antes he mencionado de políticos responsables. Y que gracias a personas como Ana Pastor hemos sido capaces de salir de una crisis tan grande como la que hemos tenido en los últimos años.
Muchas gracias a todos.
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