El último informe de Ernst & Young, ¿Prepararse o procrastinar? Cómo llevan a cabo las principales empresas familiares del mundo las sucesiones exitosas, el equipo investigador se encontró con que en la mayor parte de las empresas familiares encuestadas, el consejo asesor tenía la responsabilidad primaria de la sucesión (44%), seguido del propio consejo familiar (23%) y del propio CEO (22%).
La cuestión principal es el trabajo en equipo realizado para ayudar a la siguiente generación a insertarse en el negocio con éxito. De esta forma, Ernst & Young considera que existen cuatro pasos fundamentales para traspasar el negocio de generación en generación con éxito: empezar con el plan de sucesión cuanto antes, ser honesto a la hora de elegir quién puede liderar el negocio, servirse del aprendizaje formal e informar y, por último, abrirse a la innovación y el espíritu emprendedor. La sucesión debe ser entendida como un viaje al futuro, no como un punto final.
Empezar con el plan de sucesión cuanto antes. A pesar de que la sucesión es un asunto prioritario, muchas empresas familiares carecen de un plan detallado. Para organizar con éxito el cambio generacional en un negocio es necesario considerar la práctica, los objetivos, la técnica y los aspectos emocionales involucrados. Además, hay que tener en cuenta los aspectos financieros y legales, que a veces también van acompañados de los factores personales. Con tantos aspectos a tener en cuenta, cuanto antes se detalle y se ponga en marcha el plan de sucesión, más tiempo tendrá la siguiente generación de aprender y prepararse para coger el testigo.
Ser honesto a la hora de elegir quién puede liderar el negocio. Al tomar la decisión de quién va a conducir el negocio en un futuro hay que tener en cuenta a todos los miembros de la familia, no sólo al siguiente en la línea sucesoria. Si no es seguro que el negocio sea conducido por alguno de ellos, tomar caminos alternativos para el liderazgo no es pecado. La alternativa puede residir en el propio círculo familiar o entre los gestores ya existentes, incluso en candidatos externos. Al fin y al cabo, el objetivo es mantener el negocio.
Servirse del aprendizaje formal e informal. Para los sucesores una educación completa es importante, pero también lo es la compresión del negocio, de su estrategia y de los valores de la empresa y eso difícilmente se puede aprender en un aula. Por esta razón, es importante servirse del aprendizaje informal, dejar a las nuevas generaciones estar presentes en el negocio y observar de cerca cómo funciona de forma que puedan adquirir las habilidades que tendrán que tener en un futuro para hacerse cargo de la empresa. También es importante relacionar a los sucesores con los socios internos y externos, que sean conocidos dentro de la industria como sucesores, que tengan contactos y una red sólida de cara al futuro.
Abrirse a la innovación y al espíritu emprendedor. Para triunfar, las generaciones venideras deben estar dispuestos a innovar y tener espíritu emprendedor, pues los mercados y los negocios evolucionan y no siempre se puede vivir de la herencia. Mientras se prepara a la próxima generación es importante también tener en cuenta sus ideas y lo diferentes que estas pueden aportar. Como predecesores, promover el espíritu innovador y alentar a los sucesores a tener nuevas ideas es importante para mantenerlos motivados. La innovación será uno de los factores que ayude a mantener el negocio en auge.