Las scaleups, empresas emergentes de base tecnológica con un crecimiento acelerado, se destacan como verdaderos motores de innovación y desarrollo en el cambiante paisaje económico. En España, donde la economía digital ya representa el 22,6% del PIB, reconocer y potenciar su papel es esencial para trazar el camino hacia un futuro robusto.
En el ecosistema empresarial español contamos con unas 400 scaleups, compañías que están contribuyendo de manera significativa al empleo y al PIB con modelos de negocio disruptivos que han probado y demostrado su viabilidad. No olvidemos que, para estar consideradas scaleups, tienen que haber crecido en los tres ejercicios previos más de un 20% anual en facturación o en plantilla. Esta capacidad para escalar rápidamente no solo genera oportunidades laborales de calidad, sino que también sirve de ejemplo a seguir para empresas de nueva creación, impulsando la productividad y la competitividad de nuestro país en el mercado global.
Más allá de las cifras, las scaleups encarnan la esencia de la innovación. Son laboratorios vivos de nuevas ideas y enfoques que transforman sectores enteros. Ahí están Cabify, Jobandtalent, Wallapop y Clikalia, entre otras. También crean un ecosistema propicio para la inversión extranjera y la atracción y desarrollo de un talento en España que, como hemos visto, es capaz posteriormente de crear nuevas compañías, con un efecto multiplicador y un impacto importante en el país.
Este impacto económico positivo se ve acentuado por su capacidad para adaptarse a las demandas cambiantes de un mercado que se mueve cada vez más deprisa y, a medida que crecen, generan un efecto dominó en sus sectores, incentivando a otras a elevar sus estándares y a adoptar prácticas más eficientes. Estamos, pues, ante catalizadores de un progreso económico sólido y sostenido sobre la creación de un ecosistema empresarial más resistente y equilibrado.
Las scaleups, además, están en la vanguardia de la adopción de nuevas tecnologías, lo que impulsa la competitividad de España en el escenario global. Este enfoque proactivo en la tecnología no solo mejora la posición del país en el ámbito empresarial, sino que también contribuye al desarrollo de soluciones innovadoras para los desafíos del siglo XXI.
En resumen, debemos ser conscientes de que el futuro de España está entrelazado con el éxito de sus scaleups, empresas resilientes, innovadoras y con gran capacidad de adaptación que son esenciales en un mundo en constante evolución. Al reconocerlas y apoyarlas, asegurando además así que se quedan en nuestro país, España está invirtiendo en un futuro económico dinámico y prometedor.
*Alister Moreno, CEO de Clikalia
