Empresas

¿Qué pasa cuando se marcha el empleado estrella?

Para una empresa, según la circunstancia, perder a un empleado puede ser un alivio o una desgracia. Cuando la pérdida supone lo segundo, generalmente es porque el empleado que sale es alguien sobresaliente, el experto en algo, un portento. Aunque las medidas para evitar que el conocimiento y savoir faire de esa persona se escapen con él deberían ser cotidianas, nunca es tarde para salvar los muebles, algunas puedes implantarlas de inmediato.
Eishay Smith, CEO de Kifi y colaborador de Forbes USA, considera que hay al menos cinco formas de salvaguardar la integridad de la empresa para que la pérdida de un empleado estrella no se convierta en una cuasi catástrofe.

Ver la salida del empleado como una oportunidad. El primer paso es asumirlo, el segundo, verlo de forma positiva: puede ser un eslabón que te una con otros lugares interesantes y puedes encontrar a alguien aún mejor. Para los compañeros puede ser duro, pero pueden verlo como una nueva oportunidad de networking, para el empresario, lo mismo con el añadido de poder contratar a otro nuevo talento que puede dar muchas alegrías.

Crear una plataforma para antiguos empleados. Algo así como los grupos de Facebook de antiguos alumnos, pero sin fotos y bromas. Como empresario, puedes crear un grupo en LinkedIn, seguir invitándolos a celebraciones importantes para la empresa u ofrecerles mantener ciertas ventajas que tenían cuando eran trabajadores, tales como ciertos descuentos. Mantener el contacto y que el empleado se sienta querido es muy importante: si le tratabas bien y sigues haciéndolo, si alguna vez le necesitas, ahí estará.

Mantener la información online. Esto es algo que no deberías esperar a pedir cuando ese empleado se marche, sino mientras está en la empresa. Tener plataformas online de comunicación y trabajo, ayuda a que cuando un empleado se marcha parte de su conocimiento quede ahí disponible.

Insistir en el intercambio de conocimientos. Ya lo dice el refrán “es mejor prevenir que curar”, por ello, si tienes en tu equipo a alguien que sabe mucho más que los demás, trata de que el resto aprendan de él. No se trata de convertir a todos en genios ni de crear competencia, sino de que si algún día falta el empleado estrella, la empresa no se estrelle porque haya alguien que sepa hacer lo que él hacía o cómo se puede imitar.

Fomentar la confianza. Si el clima que se respira en tu empresa es de total confianza y no existe una poco saludable y exagerada competitividad entre empleados, es más sencillo que se produzca el intercambio de ideas y que los empleados estrella cuenten cómo hacer las cosas bien antes de salir por la puerta.