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Cómo causar una primera buena impresión (sin parecer desesperado)

Obama, sonrisa

Causar buena impresión es beneficioso a todos los niveles en la actualidad. Puede que una sonrisa a tiempo marque la diferencia y que tú no seas consciente de ello todavía. Según la página Onward, existen formas de causar una buena impresión sin parecer que lo estás intentando demasiado, ya que puede ser contraproducente.

Según los científicos la primera impresión sobre una persona se obtiene en 100 milésimas de segundo.  Y según lo que una psicoterapeuta le contó a la página “Los humanos pueden trabajar como una manada de lobos cuando están en grupo, y si huelen la desesperación pueden llevar a esa persona al ostracismo o hacer de él o ella su objetivo, y no de una manera amable.”

Una de los formas para evitar parecer desesperado es ofrecer un saludo firme, una sacudida de manos que dure de 3 a 4 segundos. Según los investigadores de la Universidad de Alabama, realizar una sacudida de manos firme es una señal positiva, ya que expresa un carácter emocional y de confianza. También es buena idea comenzar haciendo alguna pregunta. Es bueno porque hablar de uno mismo es algo en los que nos dejamos llevar, y cuando queremos darnos cuenta llevamos demasiado rato haciéndolo, lo que puede dar señales erróneas hacia las personas que no nos conocen. Por ello, es vital hacer preguntas para asegurarnos de que las conversaciones fluyen.

Por supuesto, todo depende de la persona o grupo de la persona a la que quieras causar una buena impresión. Puede que se trate de una cita, pero también puede que se trate de un tema relacionado con negocios. Pero es importante, en cualquiera de los dos casos, mantener siempre una sonrisa durante la conversación, lo cual no quiere decir que parezca que te estás riendo de la persona, o que lo tengas que hacer si estáis tratando un tema serio, pero que sepas cuando tienes que hacerlo. También es importante mantener el contacto visual con la otra persona, a veces da la sensación de que no queremos mirar a los ojos de las personas, y es un error.

Escuchar es fundamental, y las personas se dan cuenta de que las estamos escuchando si somos capaces de seguir su conversación, de intervenir sin pasarnos de la raya, por supuesto.

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