5 señales de que no estás hecho para ser el jefe

Hay personas que tienen el mismo tacto que una piedra para tratar con la gente y una mente demasiado maquiavélica como para ser jefe sin correr el peligro de convertirse en un déspota. Ahora bien, es complicado identificar a esas personas. Incluso ellas mismas a veces sueñan con ser jefes sin darse cuenta de que no están hechas para ellos. En esta fotogalería enumeramos algunas de las señales que serían determinantes para saber que no estás hecho para dirigir a nadie.

5 señales de que no estás hecho para ser el jefe

Te gustaría tener poder para prohibir a los demás hacer cosas que te molestan. Si eres de ese tipo de personas a las que solamente les gustaría tener poder en la oficina para prohibir cosas como poner la radio en vez de para mejorar los procesos de producción, es mejor que no seas jefe de nadie. Serías un pelín dictador.

5 señales de que no estás hecho para ser el jefe

Crees que tu manera de hacer las cosas es la mejor y te gustaría imponerla. Si tu mayor motivación para ser jefe es imponer a toda la oficina tu forma de hacer el trabajo porque crees firmemente que es la mejor, no debes ser jefe jamás. No sabrás escuchar y valorar las sugerencias y las críticas y eso es esencial para ser jefe.

5 señales de que no estás hecho para ser el jefe

Te gustaría ser jefe para hacer lo que te plazca. Alto ahí. Si esto es lo que piensas que hace un jefe, aunque conozcas a alguno que lo hace, que sepas que no es lo apropiado ni lo conveniente. Si esta es tu motivación para mandar, mejor no te dediques a ser jefe de nada.

5 señales de que no estás hecho para ser el jefe

Quieres ser jefe porque pagan más. Está bien que aspires a un puesto mejor, pero no por el dinero. El dinero no lo es todo y menos a la hora de ser jefe. Cobrarás más, sí, pero también tendrás más responsabilidades. ¿Es eso lo que de verdad quieres? Quizá no, así que mejor busca el ascenso por otra vía que no implique mando.

5 señales de que no estás hecho para ser el jefe

Te gusta poner normas y obligar a que se cumplan. Quizá seas el empleado apropiado para liderar una transición o un proyecto en concreto, pero no a largo plazo. Está bien que sepas mandar, pero también hay que saber administrar y esto conlleva otras cosas que quizá no te gusten tanto. Ser jefe no es sólo imponer normas.

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