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Cinco formas de trabajar eficazmente con alguien que no te cae bien

Descubrir cómo trabajar bien con los compañeros es importante para tu eficacia en el trabajo, pero también es fundamental para tu salud y bienestar.
Trabajar con compañeros difíciles puede requerir mucha energía. (Foto: Getty)

El trabajo puede estar lleno de factores estresantes, desde tareas complicadas a reveses en la carrera profesional, pero una de las situaciones más difíciles es cuando tienes que trabajar con alguien que no te gusta, con quien no te llevas bien o que te molesta.

Los problemas con los compañeros parecen ir en aumento. De hecho, el 84% de las personas afirman haber trabajado con un compañero de equipo tóxico y el 87% con un jefe tóxico, según una encuesta de FlexJobs. El 74% de los estadounidenses cree que el civismo y los buenos modales se han deteriorado, según una investigación de la Universidad de Chicago.

Descubrir cómo trabajar bien con los compañeros es importante para tu eficacia en el trabajo, pero también es fundamental para tu salud y bienestar. Cuando las personas demuestran descortesía en el trabajo –por ejemplo, sarcasmo, interacciones denigrantes, interrupciones o groserías– su comportamiento puede causar estrés, así como insomnio por la noche, según una investigación publicada en Occupational Health Science. Y el mal comportamiento también puede provocar problemas de bienestar como ansiedad (51%), fatiga (44%) e incluso problemas físicos (33%), así como una disminución de la productividad y del compromiso, según la encuesta de FlexJobs.

No obstante, aunque alguien no demuestre un mal comportamiento, puede causarte problemas si no le gusta tu enfoque o se siente devaluado cuando interactúas con él.

A continuación te explicamos cómo dar lo mejor de ti, incluso cuando trabajas con un compañero de equipo difícil al que no puedes evitar.

1. Demuestra respeto

Quizá lo más importante sea empezar por el respeto. Puede que el compañero sea difícil de tratar, pero cuando demuestres respeto e integridad, cosecharás grandes beneficios en términos de tu propia integridad y credibilidad. Por lo general, la gente se da cuenta de las interacciones entre los demás y cuando tomas el camino correcto, los demás reconocerán tu capacidad para afrontar los retos y comportarte profesionalmente, incluso ante las dificultades.

Además de tu propio sentido de la integridad, otra razón para empezar por el respeto es que tiene capacidad para influir en tu compañero de trabajo, quizá más de lo que crees. En términos de relaciones humanas, la principal forma de aprender es observando, escuchando y experimentando a otras personas. Por tanto, la forma en que decidas interactuar marcará la pauta de la relación e influirá positivamente en tu compañero de trabajo.

También te resultará más fácil demostrar respeto si puedes encontrar una o dos cualidades positivas de esa persona. Quizá sea demasiado agresiva, pero puedes apreciar cómo se mantiene firme. O quizá te interrumpe, pero puedes valorar su entusiasmo y pasión al expresarse. Puede ser difícil, pero encontrar cosas que valorar acabará por ayudar a tu propia tranquilidad y, potencialmente, se trasladará también a la relación.

Y, por supuesto, cuando no estés de acuerdo, céntrate en el problema o en el proceso, no en la persona. Mantén las cosas a nivel de la tarea en la medida de lo posible, y esto puede ayudarte a superar las dificultades.

Cuando trabajes con alguien difícil, empieza por el respeto. (Foto: Getty)

2. Mantener la perspectiva

Otra forma fundamental de trabajar con éxito con un colega que te resulta difícil es mantener la perspectiva en varios frentes.

  • Momento. Recuerde que no tendráA que trabajar con esa persona para siempre. Dada la alta rotación en los puestos y la frecuencia de los cambios de trabajo, es probable que cambies de trabajo o que veas a tu compañero marcharse en un plazo razonablemente corto, así que recuérdalo.
  • Relaciones. Recuerda también todas las buenas relaciones que tienes con otros compañeros de equipo. Esta situación es probablemente única y no típica de tu capacidad para trabajar con éxito con la mayoría de la gente.
  • La naturaleza humana. Es natural llevarse bien con unos más fácilmente que con otros, y no cabe duda de que lo que consideramos química entre las personas tiene su razón de ser. Habrá personas con las que congenies de inmediato y otras con las que tengas problemas. Permítete tener diferencias en tu forma de relacionarte.

Si mantienes tu perspectiva, también podrás mantener tu propia confianza. Evita tomarte su comportamiento como algo personal y recuérdate a ti mismo tu enorme valor a pesar de las interacciones con esa persona.

3. Buscar el aprendizaje

Otra forma eficaz de trabajar con alguien que te resulta difícil es tratar de aprender de las interacciones. Cada vez que te desafíen, reflexiona sobre cómo podrías haberlo hecho mejor y explora cómo podrías mejorar tus propias habilidades de escucha, empatía o tolerancia.

Reflexiona también sobre por qué te provoca esa persona. A veces hay una similitud con tus propias áreas de desarrollo, y lo que te molesta de esa persona puede ayudarte a descubrir formas de mejorar. Por ejemplo, su falta de seguimiento puede sacarte de quicio, pero te das cuenta de que también puedes trabajar en tu propia capacidad de respuesta.

Además, considera cómo podrías aprender de la forma en que la otra persona se está mostrando. Si te interrumpen o te desvalorizan, utiliza estos comportamientos para reforzar la importancia de cómo interactúas positivamente como alternativa. Si te quitan mérito por tu trabajo, recuérdate a ti mismo cómo quieres valorar sistemáticamente las contribuciones de los demás. A veces, aprender lo que no hay que hacer es tan poderoso como ver lo que funciona mejor.

Mantente abierto y humilde. Si has decidido que alguien no te cae bien, es posible que estés sacando conclusiones precipitadas sobre su comportamiento o haciendo suposiciones sobre sus motivos. Mantente abierto a sus puntos de vista e intenta empezar de cero en cada interacción.

Tu forma de relacionarte influirá mucho en los demás. (Foto: Getty)

4. Sé empático

Otra estrategia para tratar con alguien que te resulta difícil es expresar empatía de forma intencionada, teniendo en cuenta cómo se puede estar sintiendo (empatía emocional) o qué puede estar pensando (empatía cognitiva).

Considera la posibilidad de sentarte con él y hablar de vuestro trabajo juntos, describiendo cómo te está afectando su comportamiento y escuchando sus experiencias. Es posible que su intención no coincida con su impacto y que tú también puedas mejorar tu comportamiento.

Cuando intentas comprender, en realidad contribuyes a tu propia salud mental y a mejorar la relación. Recuerda que no sabes por todo lo que está pasando la otra persona. Si te resulta complicado, es posible que esté atravesando momentos especialmente difíciles fuera del trabajo y que esté tratando de sobrellevarlo.

Asume también que tienen buenas intenciones. Especialmente si están atravesando muchos de sus propios problemas, puede que su comportamiento hacia ti no tenga tanto que ver contigo como que sea una expresión involuntaria de sus propias dificultades.

Por supuesto, deben seguir siendo responsables de su comportamiento, pero ser paciente, demostrar amabilidad y darles un mayor nivel de comprensión puede ser útil.

5. Déjalo ir

También es sabio aprender a dejar ir. El trabajo ocupa mucho de tu tiempo y quieres conseguir grandes cosas, pero también necesitarás establecer un límite saludable para poder dar lo mejor de ti y evitar darle vueltas a los problemas con esa persona.

Da un paseo durante el día o queda para tomar un café con un colega que te apoye. Fuera del trabajo, dedica tiempo a cosas que te ayuden a rejuvenecer, desde actividades creativas hasta ejercicio físico o voluntariado.

Avanzar

Es raro que todas las personas con las que trabajes coincidan perfectamente con tus valores, enfoques o preferencias de interacción, pero puedes centrarte en aprender y mantener relaciones constructivas.

Debes saber que no tienes todas las respuestas y desafíate a estar abierto a los demás, incluso cuando no estés de acuerdo con ellos.

Y no subestimes el valor del tiempo: para suavizar la relación mientras os acostumbráis a trabajar juntos o para pasar al siguiente proyecto con compañeros de equipo diferentes.

*Reportaje de Tracy Brower

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