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Errores evidentes que muchos profesionales aún cometen en LinkedIn


Caprino no se define como una gurú de esta red social, pero sí experta en identificar las tendencias de esta red y los errores más evidentes en los diferentes perfiles digitales. Se centra en los tres más comunes:

#1: Tu perfil no cuenta una historia coherente, convincente, que inspire a los demás.
Lo creas o no, tu historia profesional es fascinante. Tiene picos altos y bajos, dramas, triunfos, retos y un gran aprendizaje. Revela lo que te gusta, lo que te importa y tu valor en el mundo. Pero si no tienes ni idea lo de apasionante que es tu historia, pasas a ser alguien más del montón. Es importante descifrar quiénes somos en el mundo profesional y por qué alguien tiene que contar con nosotros.

¿Qué hacer?
Mirar hacia atrás y valorar el trabajo que has ido haciendo hasta ahora: lo que te ha gustado, lo que has odiado, lo que has agradecido aprender, lo que has deseado que no volviera a ocurrir. Piensa en cuando tenías 18 años y en lo que te iluminaba la cara por entonces.

Ahora, apunta los temas potentes y positivos. Asegúrate de que reflejen tu trayectoria y crecimiento profesional. Anota cómo te gustaría avanzar y recuerda que si quieres algo concreto debes enfatizar las habilidades y actitudes que mejor encajen. ¡Ah, no te olvides añadir una foto profesional!

#2: El resumen de tus ‘tareas’ características no genera resultados críticos.
No hay que hablar de las tareas realizadas, sino de los resultados positivos de esas tareas (la experiencia emocional de tus compañeros de trabajo cuando han tratado contigo, cómo se siente la gente cuando colabora contigo, en qué proyectos o iniciativas has notado mayor progreso…) Haz una buena descripción de lo que haces cuando trabajas, de quién eres cuando miras toda tu trayectoria profesional.

¿Qué hacer?
Reserva un rato a la semana para elaborar tu diario profesional. Escribe la historia que revele cómo de sorprendente eres.

#3: Nadie más está hablando de ti de una manera tan positiva
Todo el mundo tiene que aprender a hablar de uno mismo positivamente. No hay nadie con más autoridad que tú para hacerlo. Pero también es necesario contar con defensores leales, embajadores y seguidores que compartan con el mundo tus potentes palabras y lo grande que eres.

¿Qué hacer? Identifica a 20 contactos en los que confíes y pídeles un comentario suyo en tu perfil sobre tu trabajo y tu forma de relacionarte con el mundo.