Alentado por la exigencia cada vez mayor de un servicio rápido y de calidad, KFC ha decidido modernizarse y apuntarse a la moda del pago a través de smartphone. Su nuevo sistema de pago permitirá a los clientes abonar el importe de sus pedidos a través de Apple Pay y Samsung Pay tanto en el mostrador como en la ventanilla de servicio para automóviles.

Otro motivo que ha llevado a KFC a adoptar próximamente este sistema es la seguridad a la hora de pagar, la cual quiere aumentar con este nuevo dispositivo. Sin embargo, la rapidez es la clave fundamental de esta nueva modalidad de pago, y es que la ralentización del servicio y, por tanto, el descenso de calidad del servicio al cliente, le sale muy caro a los restaurantes de comida rápida como KFC.

Por el momento, KFC ha anunciado que no está preparado para crear una aplicación propia como otras cadenas. En este aspecto, se queda por detrás de su gran rival, Chick-fil-A, que ya cuenta con un sistema propio mediante el que los clientes pueden hacer sus pedidos sin acercarse al mostrador y luego ir a recogerlos.

De esta manera, la apuesta de KFC se quedará por ahora en incorporar la modalidad de pago mediante smartphone a algunos de sus restaurantes a fin de agilizar el servicio al cliente. Por último, la cadena espera que esta nueva medida pueda ponerse en marcha a finales de este mismo verano.