La empresa Diego Zamora se encargaba de la distribución del ron Brugal en España y Andorra, cuando la compañía productora del mismo decidió romper el contrato. La reclamación inicial de Zamora había sido tajante: 375 millones de euros por diversos conceptos, mientras que Brugal a su vez reclamaba 8,5 millones por incumplimiento en la cobertura de gastos de publicidad. El juez encargado del asunto desestimó los requerimientos de ambos, al menos en volumen: resolvió el pago de 13,6 millones a Diego Zamora en concepto de inversiones no amortizadas, cerrando la vía reclamada por daños y perjuicios.
Apelada la sentencia por parte del grupo murciano, el Supremo ratificó la orden dictada por la Audiencia de Madrid en la que se aumentaba la indemnización hasta los 28,6 millones de euros incluyendo la compensación por clientela. Las cifras de ventas alcanzadas por ron Brugal mientras estuvo siendo distribuido por Zamora Distribución de Bebidas (Zadibe) y posteriormente de manera directa por Diego Zamora (tras la cesión autorizada por las partes de la citada distribución), han sido decisivas a la hora de validar cargos y cantidades.