El pasado mes de abril, la automovilística japonesa reconocía la manipulación de datos de consumo de combustible en más de 620.000 vehículos comercializados en Japón de cuatro de sus pequeños modelos (aquellos que no superan los 660 cm3). Posteriormente, aunque sin precisar datos, también asumieron que dicha práctica podría haberse extendido a otros modelos de la marca. El próximo mes de julio una comisión investigadora independiente presentará un informe sobre el asunto que aportará más detalles.
Hasta la próxima adquisición (prevista para otoño) por parte de Nissan Motor del 34% de las acciones de Mitsubishi, asumirá sus labores el consejero delegado Osamu Masuko. Una vez completada la citada operación, Nissan se convertirá en accionista mayoritario de una compañía que espera de esta forma hacer olvidar los efectos del escándalo. Mitsubishi reducirá entonces de 11 a 13 el número de sus representantes en la junta directiva, donde Nissan incluiría a cuatro ejecutivos, entre los que se incluiría el nuevo presidente.