Para cada trabajo aprendemos las reglas específicas de funcionamiento, pero las reglas del comportamiento humano van mucho más allá y sirven para cada situación de la vida diaria. Son reglas más complejas y dependen de la cultura de cada ambiente laboral y de cada país donde se desarrolle un negocio.
Aprendemos y crecemos cuando nos vemos obligados por una circunstancia a pensar. Cuando estamos metidos en una rutina hermética, haciendo todos los días lo mismo y pensando todos los días los mismos pensamientos, no avanzamos. Decir “debería” constantemente es una manera de permanecer en nuestra acogedora rutina y pensar que los que tienen el problema de no hacer lo que tu esperas son los demás.
Si quieres desarrollarte como persona y como profesional, olvídate de decir que el mundo “debería” hacer algo para ti. Si la gente que te rodea es inteligente y sabe trabajar, sabrá qué hacer y cuándo hacerlo para que todo encaje con tus obligaciones. Ser humano en el trabajo es algo posible.