Los Gobiernos de Occidente utilizan el PIB (Producto Interior Bruto) para regular las economías de sus países. Este indicador se centra en el valor monetario de la producción de bienes y servicios finales en una región durante un plazo de tiempo determinado. Todas las políticas que se ejecutan tienen un fin económico. El FIB (Felicidad Interior Bruta) desecha aquellas políticas cuyo único objetivo sea el progreso económico pues mantiene que estas tienen que ir más allá del simple hecho de ganar dinero, tienen que llevar a la felicidad común.

¿Cómo surgió?

En 1974 Jigme Singye Wangchuck sucedió a su padre en el trono de Bután. Se dio cuenta de las desigualdades que estaban causando las políticas económicas en su país, e instauró otro tipo de filosofía para guiar las decisiones del Gobierno, la felicidad interior bruta. Uno de los inconvenientes que vislumbró Wangchuck en este tipo de políticas era la sobreexplotación de los recursos naturales y el daño que esto producía al medioambiente. En el año 2005 el monarca abdicó y se anunciaron las primeras elecciones democráticas de Bután. Con ellas llegó la Constitución.

La felicidad interior bruta se basa en cuatro pilares fundamentales: desarrollo socioeconómico sostenible e igualitario, preservar y promover los valores culturales, establecer un buen gobierno y por último, conservar el medioambiente.

¿Cómo se mide la felicidad?

En el año 2007 se realizaron las primeras encuestas. Las preguntas estaban divididas en las siguientes categorías: bienestar psicológico, uso del tiempo, vitalidad de la comunidad, cultura, salud, educación, diversidad medioambiental, nivel de vida y gobierno. Todos los dominios se ponderaron por igual.

Una vez recogida la información, se analizó y se determinó la medida en que los butaneses han superado o no, los valores atribuidos a cada categoría. ¿Quién es feliz? Es feliz aquella persona que ha alcanzado el nivel de suficiencia en todas y cada una de las categorías. El mínimo de dominios alcanzados para que se considere que una persona es feliz es seis. Esta tarea se realiza en el país cada dos años. 2

¿Funciona realmente este sistema?

Según Ian Triay, cónsul honorario de Bután en España, la evolución del FIB ha fortalecido los valores culturales del país. Dicho eso, nos encontramos que:

– La economía del país se basa en la agricultura, la venta de energía hidráulica y el turismo. Depende mucho de las ayudas que recibe del exterior.

– Es un país muy aislado, algo que resulta extraño si tenemos en cuenta lo expuesto anteriormente en referencia al turismo. La mayoría de los viajes que se hacen a Bután son organizados previamente. Además, cada turista que llega, debe pagar 200 dólares por cada día que pase en Bután. El Gobierno explica que es una medida de prevención contra el turismo masivo que pueda provocar catástrofes medioambientales.

– La tasa de alfabetización se estima que es del 59%. La educación es gratuita.

– En 1973 llegó la radio y 26 años después, la televisión e internet. Este es uno de los motivos por los que se considera que es un país atrasado, además de por no tener moneda propia hasta 1960.

– La salud para los butaneses en un tema muy importante. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), en Bután se invierte entre un 7 y un 11% del gasto público en salud. En 1988 se creó un fondo que permitió garantizar el suministro ininterrumpido de medicamentos, una política acorde a la filosofía del FIB que protege la salud de la población. La esperanza de vida ronda los 62 años de edad.

– Mantiene una lucha contra la corrupción y apuesta por las políticas participativas.

¿Es posible aplicar el FIB en el resto del mundo?

La relatividad del concepto “felicidad” es lo que diferencia a este índice de los demás, pues cada persona tiene una concepción diferente de lo que esta significa. Bután no puede ser ejemplo para otros países ya que las políticas referentes al FIB se han diseñado de forma exclusiva para esta región. 3

Occidente basa el progreso, la felicidad y el bienestar en los valores y avances materiales; Bután lo hace en los cuatro pilares de los que se compone el FIB. Sin embargo, y a raíz de la crisis, el concepto de felicidad es algo que ha vuelto a cobrar importancia en las sociedades occidentales. The World Happiness Report es un informe que clasifica a los países según sus niveles de felicidad, teniendo en cuenta aspectos económicos, psicológicos, salud, políticas, entre otros.

El estudio revelaba que el país que encabeza la clasificación de este año es Noruega, seguido por Dinamarca, Islandia y Suiza. Estos cuatro países son, según el índice, los que más cuidan los factores que favorecen la felicidad. Bután ha bajado posiciones, este año se encuentra en el puesto 97º, por detrás de países como Vietnam o Nigeria. Nuestro país, España, ocupa el puesto 34º.