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Cómo lidiar con un compañero hambriento de poder

No resulta para nada divertido trabajar con alguien altivo y que cree que tiene más poder del que realmente tiene—cuando su comportamiento pasa de mostrar poca preocupación por los demás a pensar que está por encima de los derechos de todos los demás. Todo lo que hacen y dicen es para quedar, y todo el poder que poseen, real o imaginario, te lo muestran como si fuera un anillo de diamantes nuevo.

Existen algunas señales que te ayudarán a detectar si trabajas con uno o varios de estos sujetos.

Por ejemplo, este tipo de personas dejan de escuchar las ideas y opiniones de los demás porque obviamente piensan que son los más inteligentes de la sala, y entonces no tiene ningún sentido malgastar su tiempo. Puede que empiecen a engañar para salirse con la suya. Lo que no les importa es que para conseguir un ambiente laboral saludable se necesita un balance de poder.

Si una de esas personas es amiga tuya, deberías ayudarles intentando que vean cuán insanas van a ser las consecuencias de sus actos. Si por el contrario no eres de su círculo, enfrentarte a ello te convertirá en un objetivo.

El final de esta hambre de poder suele acabar precisamente con la carrera laboral de las personas, alguien te va a sacar a patadas de ese rol que has adquirido, y que por supuesto a nadie agrada. Si de verdad quieres lidiar con un compañero que sufre de esta hambre, puedes mencionar vuestro método de trabajo en conjunto. Intenta que vea que trabajar en equipo es siempre mejor que hacerlo solo.

Pero también hay que hacer un poco de introspección, que nunca viene mal. Has de preguntarte si lo que tienes es envidia y hambre de poder, o si por el contrario la situación que estás viviendo es real y lógica.