En un contexto marcado por la transformación digital, advierte Vallverdú, “los usuarios digitales cada vez son más sofisticados y tienen un mayor grado de acceso a las nuevas tecnologías”. Por eso, a la televisión y, especialmente, a la prensa se les acaban las opciones: o se suman a la marea del cambio e innovan o perderán su relevancia para la audiencia y los anunciantes.
El principal objetivo de la prensa, señala, es “mantener e incorporar nuevas audiencias” y, en todo caso, conocerlas bien a través de sistemas como los análisis de los datos de los usuarios.
Así es cómo podrán saber si el contenido que les ofrecen se ajusta a sus necesidades. Una noticia que nadie quiere leer nunca despertará el apetito de un anunciante. El directivo destaca también la utilidad de la “publicidad nativa”, que elabora el propio medio y que no se percibe como un mensaje publicitario tradicional, sino como un contenido no intrusivo que aporta información interesante sobre la marca.
Vallverdú recuerda que, aunque “la televisión es el medio con mayor peso en la tarta publicitaria y con mayores cuotas de cobertura y eficiencia”, tiene retos por delante. Uno de ellos es que las empresas reclaman a los canales “una mayor capacidad de segmentación y oferta de producto” que les permita aumentar la eficacia de sus campañas.