Conoció a Bill Gates en la universidad y empezó en Microsoft siendo el empleado número 30 de la empresa, como ya comentamos en artículos anteriores. Ahora vive una envidiable (y totalmente merecida) vida llena de mañanas tardías, golf, yoga, partidos de baloncesto, filantropía, meditación y paseos con su mejor.
Al principio, Ballmer intentó continuar estando tan ocupado como lo hacía cuando era presidente de Microsoft. Ahora ha encontrado que la calma es un lugar mejor para permanecer después de una vida llena de estrés y trabajo, los cuales suelen ir a menudo de la mano.
Tras un primer año de jubilación que parecía un año normal de trabajo, reubicó su vida y a día de hoy sigue un ritmo más beneficioso para él. Se levanta a las 10 de la mañana, hace algo de ejercicio y sobre todo controla su vida y la llena de actividades divertidas e interesantes.
Ballmer compró Los Angeles Clippers en 2014 después de que Donal Sterling fuera obligado a renunciar debido a la publicación una grabación racista. Ballmer es además un filántropo, al igual que su mujer Connie, y han lanzado juntos, UsaFacts.org, una iniciativa que muestra como el gobierno emplea el dinero a nivel local, estatal y federal. Esta iniciativa quiere mostrar la transparencia del gobierno y de sus inversiones.
Ballmer tuvo una época complicada para presidir Microsoft cuando Bill Gates seguía en la compañía, pero demostró ser capaz y para él fue muy duro tener que dejar Microsoft después de toda una vida.
Por todo esto, Steve Ballmer se merece la jubilación que tiene, una vida llena de trabajo y de éxito, no es tan fácil como la podemos ver los demás desde fuera, por tanto, enhorabuena Steve, sigue disfrutándolo mucho.