Algunas lecciones de empresa no pueden ser impartidas si no es en una clase; casos prácticas, las fórmulas y teorías no siempre se trasladan a victorias en el mundo real. Posiblemente, la lección más importante sea fracasar y aplicar lo que se aprende de los errores para la próxima ocasión.
Según algunos expertos en la materia empresarial, estas son las mayores mentiras perpetuadas en los programas de finanzas.
“Necesitas pagar tus deudas”
A pesar de lo que puedan decir los profesores de finanzas, no necesitas trabajar en un ambiente corporativo antes de crear una empresa. Muchos empresarios que se lanzan a trabajar en empresas, acaban cuestionándose si fue la mejor idea o si directamente podrían haber empezado su propia compañía.
“Necesitas ganas dinero antes de dedicarte a tu verdadera pasión”
Gana dinero primero, céntrate en la carrera de tus sueños después. Si, cierto es que si no cuentas con dinero al principio todo resulta más complicado, pero que no te engañen, no es imposible ni mucho menos.
“Necesitas recaudar fondos institucionales”
Las escuelas de negocios ponen mucho énfasis en recaudar grandes cantidades de dinero por parte de inversores y capitales de riesgo. Conseguir dinero de las instituciones es difícil y lleva mucho tiempo. Para arrancar, es mejor pedir ayuda a familia y a amigos.
Por supuesto que el dinero de las instituciones tiene su lugar posteriormente en el ciclo económico, pero cuando tienes que pensar en empezar una compañía, tu prioridad debe ser entender el mercado, aprender qué quieren los consumidores, diferenciarte y demostrar la valía de tu proyecto. Todo eso es más importante que el dinero institucional.
“El trabajo duro es la mayor clave del éxito”
La verdad es que es solo uno de la gran variedad de ingredientes. Esto está muy bien para la perspectiva motivacional, pero no te prepara a entender a lo que te vas a enfrentar en realidad.
La presión, la inseguridad e incluso la depresión, serán experimentadas, quizá por primera vez en la vida. Sobrepasar estas situaciones, es mucho más importante que el trabajo duro.