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El sector hotelero español vuela alto

Estabilidad, potencial, recuperación y rentabilidad. Estos atributos explican la llegada constante de dinero al sector hotelero español en la actualidad. En 2016, la inversión hotelera en nuestro país ascendió a 2.155 millones de euros, el segundo mejor año del último decenio, según datos de la consultora JLL Hotels & Hospitality.

Pues bien, la evolución es tan positiva que esta misma entidad prevé resultados aún mejores en 2017, en que espera que “el interés de inversores internacionales no haga más que crecer”. Entre enero y marzo de este año se han invertido 397 millones de euros. Pero no sólo hay movimientos por parte de inversores foráneos –acaparan el 65% del volumen total– sino que también el dinero local se está interesando por el mercado hotelero.

Varias son las razones que están detrás de la reactivación inversora. El director de JLL para España y Portugal, Luis Arsuaga, explica a Forbes que España es el tercer receptor mundial en número de turistas internacionales, “lo que unido a la mejora en la economía, los niveles actuales de financiación y bajos tipos de interés, y la situación de inestabilidad política que se vive en el norte de África y Oriente Medio, y que hace que España se vea como un país seguro, impulsa los resultados operativos de los hoteles y genera mucho interés comprador”.

De la misma opinión es Miguel Casas, director de CBRE Hotels: “Los principales actores internacionales miran a nuestro mercado por su estabilidad y su gran potencial, y los nacionales se han recuperado de la grave crisis y empiezan a pujar con fuerza por ubicaciones y activos estratégicos en nuestro país”, declara a Forbes.

Los dos expertos coinciden en que la tendencia es global pero que las perspectivas de España son ahora mejores que en el resto y que nuestro mercado se ha convertido en prioritario por rentabilidad y demanda.

Todo el sector turístico se está relanzando: “toda la cadena de valor”, aclara José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur (Alianza para la Excelencia Turística), en la que están representadas 23 empresas turísticas destacadas. Zoreda señala a Forbes que “el ámbito financiero está tomando posiciones en el mundo hotelero español porque ven que resiste la crisis y que tiene trayectoria de futuro”.

Este profesional del sector destaca otro factor que está contribuyendo al auge hotelero: “No sólo hay inestabilidad en nuestros principales competidores del Mediterráneo, es que en las grandes capitales europeas como París y Londres se percibe inseguridad a raíz de los atentados islamistas y eso favorece la llegada de más turistas a España”.

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Quién invierte en qué

La afluencia de dinero al sector está presentando una característica: no sirve tanto para abrir nuevos establecimientos como para renovar y reinvertir en los ya existentes porque muchos cambian de manos. Miguel Casas detalla que “la inversión se ha destinado más a reposicionar activos existentes que a construir nuevos en este ciclo alcista y el resultado es muy bueno para el sector”. José Luis Zoreda dice que en estos momentos se está haciendo “un esfuerzo de renovación integral. Por ejemplo, en los últimos cinco años, sólo en Baleares se han invertido 2.000 millones de euros en renovar hoteles de las islas”. Para este experto turístico “las inversiones están tratando de neutralizar la idea de que España no puede competir por precio con otros países. Nos estamos regenerando y reposicionando”.

Los inversores son, principalmente, fondos de inversión, inversores privados patrimonialistas y socimis (sociedades de inversión inmobiliaria). Arsuaga destaca que en 2016 más del 60% de las adquisiciones de hoteles procedieron de este tipo de inversores. En la misma línea, el director de CBRE Hotels afirma que son “socimis y fondos institucionales europeos los que invierten más en carteras, hoteles de gran volumen o en destinos vacacionales consolidados; inversores asiáticos, de Oriente Medio y latinoamericanos lo hacen más en hoteles de ciudad; y los fondos private equity norteamericanos se inclinan más por operaciones con valor añadido”.

 Riu, el ejemplo español

Un ejemplo de que también los españoles invierten es el grupo mallorquín Riu, la segunda cadena hotelera del país por ingresos. Hace unos días se hacía pública su compra del Edificio España, en la plaza del mismo de nombre de Madrid, construcción emblemática y protegida, y punta de lanza de su expansión hacia los hoteles urbanos de lujo. La inversión, sumando la adquisición y la rehabilitación, alcanzará los 400 millones.

Un portavoz de Riu explica a Forbes que “nuestro trabajo actualmente se centra en una estrategia de inversión en tres pilares: crecimiento de nuestros hoteles vacacionales, crecimiento de nuestra línea de hoteles urbanos y renovación de nuestra oferta existente”. El primer pilar, los vacacionales, se dirigirá sobre todo a Asia y al reforzamiento de los ya abiertos en Cabo Verde o México.

El grupo tiene previsto, además, inaugurar dos hoteles en Maldivas y otro en Dubai en 2019. Respecto al crecimiento y consolidación de los hoteles urbanos –la línea Riu Plaza– afirma que “está representada en el Edificio España, un proyecto con el que estamos muy ilusionados. Abrir nuestro primer hotel urbano en España y hacerlo en una ubicación tan buena y en un edificio emblemático es una gran oportunidad”. También quieren abrir un segundo hotel en Nueva York “y seguir buscando nuevas oportunidades en grandes capitales del mundo tanto en Europa como en América”.

El tercer pilar es “reposicionar toda nuestra oferta a través de grandes proyectos de reforma. Desde 2010 llevamos realizando grandes inversiones para renovar nuestros hoteles en profundidad, con una media de seis o siete reformas al año”, concluye.