Llevamos años observando cómo las startups han transformado definitivamente el ecosistema empresarial. La tecnología y los nuevos hábitos de los decisores de compra han propiciado esta transformación y las grandes corporaciones se están adaptando con mejor o peor fortuna.
Este fenómeno irrumpió en España con fuerza en los años de la crisis como una expresión de necesidad frente a la falta de oportunidades laborales. Ahora, sigue creciendo como una alternativa empresarial viable para cubrir las necesidades existentes o como nuevas oportunidades de negocio. Y la realidad es que todo esto sucede a expensas de las empresas tradicionales porque afecta directamente a su cuota de mercado, o a su potencial crecimiento por nuevas vías en su negocio.
Durante 2016 más de 3.160 startups se postularon para participar en South Summit (la mayor feria de emprendimiento del sur de Europa). Ese mismo año, las startups españolas consiguieron captar 568 millones de euros en rondas de financiación. Unos números que van creciendo año tras año.
Las empresas tradicionales ya no están solas. Hay nuevos jugadores cambiando las reglas del juego rápidamente. Y están aquí para quedarse. ¿Son acertadas las estrategias que se están siguiendo frente al empuje de las empresas de la nueva economía?
Como en todos los inicios, estamos viendo distintas líneas de actuación. Existen empresas que se niegan a aceptar las nuevas reglas, y siguen mirando hacia otro lado como si esto no fuera con ellas. O empresas que directamente las rechazan y ponen puertas al campo utilizando lobbies, obstáculos administrativos o incluso reduciendo físicamente al enemigo, como el reciente caso en Sevilla de los coches de Cabify.
Estás tácticas son como muros de arena de mínima resistencia que irremediablemente acaban engullidos por el mar. La necesidad está creada, la demanda existe, el talento encuentra financiación y el entorno digital permite que los pequeños jugadores acaben teniendo éxito. Hay otro tipo de empresas que sí aceptan las reglas del juego y están haciendo movimientos internos para intentar adaptarse. Algunas de estas empresas están creando puestos o departamentos de innovación o de disrupción para afrontar este nuevo escenario con menor o mayor éxito.
El caso de la banca y las fintech me parece el más estructurado y diverso pero con luces y sombras. Algunos bancos han creado equipos gestores y entornos controlados (incubadoras) donde, a través de financiación y mentoring, consiguen tener cerca a sus potenciales competidores. De esta manera entran en el equity de la startup, quedándose en muchos casos con el 100% de la empresa siempre y cuando el proyecto funcione. Esta estrategia poco acertada, donde prima la relación de fuerza, va más encaminada a borrar la nueva competición que a aprender y a transformar negocios.
Otro caso es el del intra-emprendizaje o la réplica interna de nuevos negocios. Habitualmente suelen ser llevados a cabo por equipos internos, con herramientas y procesos de trabajo internos, que inevitablemente crean miniestructuras iguales a sus empresas y tienden a fracasar al competir con compañías más ágiles, nativas digitales, y con capacidad de adaptarse rápidamente al entorno. He visto de cerca varios proyectos que sí han sido capaces de ser transformadores desde dentro, principalmente por estar tutelados por profesionales externos a las compañías, que aportan procesos y herramientas diferenciales. Algunos ejemplos innovadores son el caso de CorreosPaq o el de Eysa con su Emov.
Existe una iniciativa muy interesante llamada “Adopta una startup” creada por la Nested. Ayuda a las empresas tradicionales a encontrar proyectos que mejor encajen con su negocio a cambio de poner a disposición de las startups espacio físico durante seis meses en sus oficinas. De esta manera se establece una relación de aprendizaje mutuo que es muy enriquecedora para ambas partes.
Por consiguiente, tanto la negación o el rechazo impiden poder avanzar. Para seguir siendo relevantes y competitivos en la nueva economía será imprescindible que las empresas cuenten con estrategias claras y enfocadas a entender verdaderamente qué sucede y cómo moverse de manera certera en este nuevo entorno. Y el éxito puede venir de la mano de nuestros enemigos. Si no puedes con ellos, adóptalos.
LUIS BERGARECHE, Head of Strategy, Dentsu Aegis Network Spain.