En las últimas décadas la apuesta de las empresas por la sostenibilidad es un hecho. Las compañías están adoptando prácticas estratégicas para reducir su impacto en el medio ambiente y la sociedad, al mismo tiempo que generan un valor añadido a sus productos, mejoran la imagen de marca, aumentan el compromiso de sus plantillas, y aportan ventajas competitivas.
Algo que tienen muy claro Ana Palencia, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Unilever; Patricia García de Ponga, CFO & head de ESG de CBRE España; Gabriel Mops, Managing director Iberia de Lyreco; Irene Rodríguez, responsable de Sostenibilidad de Vestas para el Sur de Europa y MENA; Sagrario Sáez, directora de Sostenibilidad de Heineken España; y Ana García, responsable de Programas de Excelencia en Compras de Saint-Gobain España, Portugal y Marruecos. Todos ellos participaron en un encuentro organizado por Forbes en el Hotel Único de Madrid el pasado 9 de mayo, presentado por la periodista especializada en empresas Belén Chiloeches, para analizar el papel de la sostenibilidad en la realidad empresarial.
Las compañías participantes en esta cita son todo un ejemplo de cómo la sostenibilidad está integrada en su estrategia de negocio, en su día a día, y alineada con sus valores empresariales. Valores como respeto, responsabilidad, integridad, excelencia y pasión. “Tenemos la responsabilidad de crear un mundo mejor, algo que nos resulta fácil porque la sostenibilidad está integrada en la compañía desde el origen”, comentaba Gabriel, Managing Director de Lyreco Iberia y reiteraba Ana Palencia, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Unilever. También está en el corazón del negocio de Heineken desde hace más de 150 años. Siendo Heineken España un referente a nivel mundial en esta materia, y con más de dos décadas de programas de sostenibilidad en nuestro país, su directora en esta área Sagrario Sáez apuntaba que quieren seguir trabajando en esta línea “para crear momentos de disfrute que nos unen para brindar un mundo mejor”.
En el sector de las renovables, el fabricante de aerogeneradores Vestas remarcaba el papel fundamental que tiene el sector de la energía en materia de responsabilidad medioambiental y social, así como a la hora de liderar la transición energética hacia un mundo sin emisiones de carbono. “Se da por hecho que somos sostenibles, pero también tenemos trabajo por hacer de cara a acelerar el cambio”, reconocía Irene Rodríguez,responsable de Sostenibilidad para Vestas Mediterranean. .
Un camino que también recorre Saint-Gobain, comprometida en alcanzar cero emisiones de CO2 en 2050 en línea con el propósito de la compañía: construir entre todos un mundo mejor y más habitable. Ofreciendo soluciones al mundo de la construcción y la movilidad, la sostenibilidad es “un reto porque somos conscientes de que como actividad industrial tenemos un impacto en el medio ambiente”, señalaba Ana García, responsable de Programas de Excelencia en Compras de la compañía en España, Portugal y Marruecos.
“El sector inmobiliario es responsable de un 40% de las emisiones de CO2 y de la energía que se consume”, explicaba Patricia García de Ponga, CFO & Head de ESG de CBRE España. Con estos datos sobre la mesa, la compañía lleva años trabajando en cómo los activos inmobiliarios impactan en el planeta con la sostenibilidad por bandera, y ha lanzado su Plan Estratégico 2023-2025 denominado “4P: People, Properties, Places and Planet”.
Desde Lyreco, su director general Gabriel Mops apuntaba que la sostenibilidad “ya no es algo de querer hacer o no, sino una necesidad”. Mops añadía que en los últimos años su puesta en práctica se está acelerando porque “los clientes nos lo piden y es fundamental para seguir trabajando y construyendo una sociedad mejor”.
Iniciativas sostenibles
Y es que los clientes y consumidores valoran cada vez más las prácticas y el compromiso de empresas y marcas con el desarrollo sostenible. Prácticas que van desde el uso de energía renovable, la reducción del plástico y las emisiones de carbono hasta el uso de la economía circular, aprovechando al máximo los recursos materiales y alargando el ciclo de vida de los productos.
Si hablamos de ejemplos concretos, en el caso de Unilever, en colaboración con la Fundación Ellen MacArthur, tienen el compromiso de que para el año 2025 todos sus envases serán 100% reutilizables, reciclables o compostables. Además, “vamos a reducir el 50% del plástico virgen que utilizamos en nuestros productos”, explicaba Palencia.
La reducción de la huella de carbono va también en el ADN de Saint-Gobain y los objetivos de Heineken España para 2025 pasan por ser cero emisiones netas en sus cuatro fábricas en España, así como consumir el 50% menos de agua que el utilizado en 2008 para fabricar una cerveza.
Desde Lyreco, distribuidor líder de productos y soluciones para el espacio de trabajo, esperan que para el año 2026 el 90% de su facturación proceda de productos sostenibles. “Nuestra responsabilidad como distribuidores es ir sintiendo el pulso del mercado, educar al cliente sobre la importancia de reducir la huella de carbono y desarrollar nuevos productos para alcanzar esa cifra”, afirmaba Mops. Un objetivo para el que apuesta por trabajar en conjunto con sus colaboradores y proveedores.
Ejemplo de colaboración es también el acuerdo de Heineken España y Fertiberia sobre el uso de fertilizantes verdes para producir cebada cervecera sostenible o con Engie para avanzar en el reto de cero emisiones y construir una planta termosolar 100% renovable en Sevilla. Dentro del mundo de las colaboraciones, Mops, de Lyreco, señalaba que “los estados y la Unión Europea tienen que dar un paso para que el sector público esté acompasado al trabajo de las empresas en materia de sostenibilidad”.
Vestas también remarcaba la idea de generar alianzas, en línea con el ODS 17. Además, hablaba de la necesidad de hacer un cambio estructural, impulsando la pedagogía para romper mitos como por ejemplo, que un producto sostenible es más caro. De hecho, se trata de incentivar todo lo contrario, potenciando el eco-diseño para limitar el uso de recursos, fomentando la reutilización y recurrir al reciclaje como última opción. Ahora bien, “si los clientes no demandan unos materiales más verdes, no vamos a ningún lado”, aseguraba Rodríguez. Al hilo de esta labor pedagógica, Lyreco hacía hincapié en que “debemos facilitarle al cliente que adquiera servicios y productos enfocados a la sostenibilidad. Un dato muy positivo es que más del 50% de los pedidos de 2022 de los clientes de Lyreco, incorporaron productos respetuosos con el medio ambiente en su cesta de la compra”.
Los participantes en este encuentro coincidieron también en el importante papel que juegan los proveedores para promover la sostenibilidad en toda la cadena de suministro. “Los estamos involucrando en nuestro camino hacia conseguir la neutralidad de la huella de carbono”, explicaban desde Saint-Gobain. ¿Y cómo lo consiguen? A través de un proceso de concienciación, de evaluación de criterios de sostenibilidad y de formación. “Necesitamos trabajar en equipo y de manera transversal”, decía García. Además de todo ello, CBRE mencionaba la aplicación de los objetivos de diversidad e inclusión a la cadena de proveedores, mientras que Lyreco lo hacía en la transparencia con los proveedores y clientes. Asimismo, la multinacional dispone del programa Sustainable Selection by Lyreco, una metodología de evaluación de sus proveedores y de los productos para ayudar a los clientes a hacer compras sostenibles”.
Implicación desde dentro
En este recorrido la apuesta de la sostenibilidad también sirve a las compañías para atraer y retener talento. Además, la implicación de los empleados por la sostenibilidad se vuelve fundamental. Para lograrlo, empresas como Unilever o Saint-Gobain apuesta por el voluntariado sostenible, que además de concienciar a la plantilla fomenta el trabajo en equipo.
“Hemos aprendido que como los empleados están contentos en una empresa sostenible, nuestro objetivo también es potenciar sus propósitos”, decía la directora de Comunicación y Sostenibilidad de Unilever, pues como apuntaba Palencia, es importante “que el propósito de vida de los trabajadores esté alineado con lo que haces en la compañía”. En esa línea, Patricia García de Ponga apuntaba la importancia de vincular los objetivos estratégicos y del top management a la sostenibilidad, para conseguir que realmente cale en las organizaciones.
La innovación como impulso
Para poner en marcha todas estas iniciativas, los participantes coincidieron también en que es difícil dar respuesta a todos los retos a nivel de sostenibilidad sin innovar. A juicio de Unilever, “el coste de la no innovación es más alto que el de innovar”. En esta línea, hace tres años la multinacional de gran consumo construyó un Centro Mundial de Innovación Alimentaria, llamado Hive, para impulsar programas de innovación con el objetivo de fabricar nuevos productos y marcas, y crear así “un futuro sostenible tan necesario para todas las personas que vivimos en el planeta”, decía Palencia.
También Heineken dispone de un centro de innovación I+D+i en Holanda. “Queremos que todos nuestros productos y procesos sean sostenibles, y para eso es necesaria la innovación en mayúsculas, con la tecnología como aliada”, afirmaba la directora de Sostenibilidad de Heineken España. Sáez remarcaba también que la innovación es fundamental “para los programas de eficiencia en reducción de agua y circularidad en las fábricas”. Y también está muy presente en nuestros programas de “compensación hídrica” con soluciones basadas en la naturaleza, con claro impacto en la mejora de la biodiversidad de los ecosistemas que restauramos en Doñana, Albufera y Jarama.
Saint-Gobain, reconocida y premiada en innovación por la construcción de materiales de construcción eficientes, señalaba que el reto actual de la innovación pasa por “atender a una demanda que está creciendo con el menor impacto ambiental y optimizando los recursos”, decía García. Un desafío para el que “sin una transformación digital no se podrá mejorar la reducción de las emisiones de CO2”.
En el caso de CBRE consideran que la digitalización es clave para conseguir datos de consumo energético que permiten medir la huella de carbono, por ejemplo, de los edificios que gestionan, y así poderlo descarbonizar. “El dato es el pasaporte de futuro de los edificios”, apuntaba García de Ponga, quien añadía que la innovación también ayuda a escala urbana para medir cómo los activos inmobiliarios impactan en el entorno o las nuevas formas de construir. Asimismo, Vestas apoyaba también esta idea de digitalización pues “la sostenibilidad no va a estar en la agenda corporativa si no tienes datos que demuestran el impacto positivo que tiene tu estrategia de sostenibilidad”, aseguraba Rodríguez.
Precisamente para que la sostenibilidad marque el rumbo estratégico de las empresas y sea una parte clave para impulsar el cambio, los expertos en la materia reunidos en este encuentro remarcaron que lo primero a tener en cuenta es poner el foco en los aspectos dónde se quiere impactar para no desviarse del camino. “Encontrar el camino y caminar recto hacia la sostenibilidad”, como apuntaba Mops.