Misión cumplida, Puig alcanza el ambicioso objetivo marcado en 2021 y ya está lista para subir el listón de cara a 2025. La empresa catalana, líder en el sector de moda, perfumería y cosmética, presentó ayer en su sede en la Plaza Europa de Barcelona los resultados del ejercicio 2022, anunciando la superación de los 3.600 millones de euros en ingresos y la consecución de 400 millones de beneficio neto.
El presidente y consejero delegado de la compañía, Marc Puig, ha desglosado las cifras de lo que, sin duda, es un éxito rotundo del grupo, cuyo portfolio comprende 17 marcas como Carolina Herrera, Paco Rabanne, Jean Paul Gaultier, Dries Van Noten entre muchas otras. En concreto, el año pasado Puig cerró con unos ingresos netos de 3.620 M€, lo que supone un incremento del 40% respecto a 2021. El EBITDA de 638 M€ marca un crecimiento del +37% y el beneficio neto subió hasta situarse en los 400 M€, un +71% sobre 2021.
El directivo, tercera generación de la saga familiar, no dudó en definir estas cifras como «resultados extraordinarios» que, sin embargo, «son consecuencia de las decisiones tomadas en los últimos veinte años y ciertamente no fruto de la casualidad». El crecimiento es homogéneo en las tres ramas de negocio: en particular, la categoría de fragancias, que genera el 74% de los ingresos totales del grupo, en 2022 experimentó un incremento del 40%, por encima de la media del mercado, hasta los 2.665 millones. De ese modo, Puig ha alcanzado una cuota global de mercado del 10%, lo que supone un hito en su historia y la consecución de un objetivo marcado hace 20 años por la compañía catalana.
Por otro lado, en maquillaje, las ventas en 2022 crecieron un 52%, hasta 626 millones, y en dermocosmética, los ingresos netos subieron un 20%, hasta los 328 millones. El éxito de la compañía es aún más evidente si se considera que en los dos años posteriores a la pandemia, el grupo ha prácticamente duplicado sus ingresos. Por un lado, ha explicado Marc Puig, esto se debe al aumento de los precios, cuantificable a nivel de la inflación, por el otro porque “somos un sector resiliente que reacciona bien frente a las dificultades económicas”, además, ha agregado, “tampoco vemos ningún signo de ralentización”.
De hecho, si bien Puig crece algo por encima del sector, también se beneficia del llamado ‘efecto pintalabios’, es decir, en un momento en el que muchos gastos y lujos se tienen que aplazar, el usuario no renuncia a estos pequeños ‘mimos’ y cuidados personales que la industria cosmética le proporciona.
Preguntado por futuras adquisiciones, Puig ha aclarado que el grupo “todavía está digiriendo las últimas que llevó a cabo en 2022” y que de momento van a consolidar las marcas presentes en su portfolio. Además, agregó, “somos muy selectivos a la hora de integrar nuevas marcas, buscamos, ante todo, unas historias diferenciales que contar”.
El caso es que, en 2022, Puig reforzó su portfolio con la adquisición de una participación mayoritaria en la firma de lujo sueca Byredo y la incorporación de las marcas de wellness Kama Ayurveda y Loto del Sur. De esta manera, incrementó significativamente los puntos de venta propios, incorporando a más de 1.000 nuevos colaboradores y reforzando el ecosistema de fundadores. “Los fundadores nos escogen porque se sienten acogidos: somos el hogar de marcas altamente deseadas dentro de una empresa familiar”, ha garantizado Marc Puig, quien, por otro lado, quiso reforzar sus lazos con Barcelona: “nos llena de orgullo seguir aquí y esto no ha impedido nuestro desarrollo internacional”.
De hecho, la proyección internacional del grupo es evidente. Hace 20 años, España representaba el 50% de los ingresos, mientras que ahora solamente supone el 7%. Puig creció por encima del 30% en ingresos netos respecto a 2021 en todas las regiones, si bien el continente americano fue el que registró el mayor incremento, un +56% respecto a 2021.
En EMEA, que representa el 54% de los ingresos, Puig registró en 2022 un crecimiento del 31% respecto a 2021, un desempeño favorable a pesar de las tensiones geopolíticas. Europa es el mercado de origen de la mayoría de las marcas del grupo, lo que refuerza su posicionamiento en este continente. Entre los diez mercados principales, cinco son europeos: Reino Unido, España, Francia, Alemania e Italia.
De cara a 2023, Puig vaticina un crecimiento de dos dígitos que, frente a una deuda financiera de unos 1.015 millones que representa 1,6 veces el ebitda del último ejercicio, “nos permite estar muy tranquilos”, ha asegurado el presidente de la compañía. Además, el nuevo objetivo fijado por el plan trianual apunta a alcanzar los 4.500 millones de ingresos en 2025, pese a la ralentización del mercado chino, para el cual se preveía un crecimiento del 25% en 2025 y que, en cambio, “va con un par de años de retraso, pero ahora que la pandemia es historia, somos optimista”, ha explicado Puig.