La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha inaugurado la VI edición de Forbes Summit Reinventing Spain 2023, hablando sobre la actualidad de España y los retos y oportunidades a los que nos enfrentamos como país. Este ha sido su discurso.
Buenos días a las personas que nos acompañan aquí y, por supuesto, los que están siguiendo por streaming esta jornada que ya se ha consolidado como uno de los hitos y los foros más interesantes dentro del calendario anual de nuestro país, dentro del ámbito económico. Muchas gracias por la invitación, querido Andrés.
Esta mañana, cuando estaba preparándome para la intervención, la primera reacción que tuve y me parece muy curiosa, fue: ‘Bueno, si hace poquísimo que estuve en este foro de Reinventing Spain’ y me acuerdo muy bien, porque pensé: ‘Qué buena idea llamarle Reinventing Spain’, porque justamente estamos en un proceso intenso de cambio y justamente estamos en un proceso intenso de cambio y tenemos que reinventar muchos de los elementos de nuestro país, apoyándonos en nuestras fortalezas. Y he verificado cuando fue esa jornada en la que participé: diciembre de 2019.
¡Anda que no ha cambiado el mundo desde diciembre de 2019! Y pensaba que el título sigue siendo igual de pertinente, Reinventing Spain pero pensaba que en aquel momento teníamos una visión de lo que podíamos hacer y ahora lo estamos haciendo. Eso nos tiene que llevar a ninguna complacencia, pero sí a un poco confianza en nosotros mismos, a un poco de esa energía positiva que Ángeles decía que queríamos imprimir en la jornada de hoy».
Voy a tratar de compartir con todos ustedes por qué creo que tenemos que tener esa confianza y mirar al futuro con determinación, con ambición, pero también con la sensación de que podemos hacer frente a los retos que nos vengan por delante.
Empezando por las cifras generales, la economía española encadena dos años de un crecimiento muy fuerte, del 5,5%, que ha estado por encima de las expectativas más optimistas, por encima de todas las grandes economías europeas, por encima de lo que nosotros mismos habíamos previsto para el ejercicio 2022.
Y es que, gracias entre otros elementos a la reforma del mercado laboral, el mercado de trabajo de España está teniendo un comportamiento que solo puede ser calificado como extraordinario. Esta mañana estaba revisando las últimas cifras adelantadas de afiliación a la Seguridad Social, que lo que confirman es que el mercado de trabajo sigue creando empleo, sigue muy fuerte en el mes de febrero, más incluso que en enero, más incluso que al cierre de 2022.
Y claro, no es lo mismo enfrentarse al futuro con 19 millones, más o menos, de afiliados a la Seguridad Social, que es lo que teníamos en 2018-2019, que con más de 20 millones de afiliados a la Seguridad Social, que es la cifra con la que estamos empezando en este año 2023. Y además no solo se trata de cantidad, también hablamos de calidad: en la bajada de la tasa de temporalidad del porcentaje de los empleos con un contrato laboral sobre el total que ha bajado hasta el entorno del 17%, aproximándose ya a la media europea, bajando prácticamente 10 puntos gracias a la reforma laboral, cambia la perspectiva, sobre todo de los jóvenes que empiezan su carrera y enseguida pueden tener la perspectiva de un empleo estable y por tanto la confianza necesaria para poder desarrollar sus proyectos vitales, también en el campo de sus decisiones temporales.
Estamos en mínimos históricos de tasa de paro juvenil sin tener burbujas especulativas como las que pudimos tener en otras fases de nuestra historia. Y yo creo que esta característica diferencial del nuevo ciclo económico iniciado tras la pandemia, la extraordinaria evolución del mercado laboral, tiene un efecto muy significativo sobre otras muchas variables. Evidentemente, las cotizaciones a la Seguridad Social, los ingresos fiscales, pero también todo lo que supone el dinamismo del consumo, la inversión en capital humano, la mejora de la productividad de nuestro país, e incluso la eficiencia, productividad y crecimiento del tamaño de nuestras empresas.
El superávit de la balanza de pagos por cuenta corriente es otro factor diferencial en una situación como la que estamos viviendo, que como habéis señalado ya, está macada por la incertidumbre, la tensión, sobre todo en los mercados energéticos mundiales, España en otros momentos de nuestra historia inmediatamente habría tenido un significativo déficit de balanza de pagos por cuenta corriente.
Mantenemos un superávit de balanza de pagos por cuenta corriente no solo por el dinamismo del turismo, sino por el dinamismo de la rúbrica de otros servicios distintos al turismo. Estamos hablando de servicios a las empresas, de la digitalización, del tratamiento de datos, de la investigación, de la innovación, de justamente aquellos sectores con más futuro en los que también estamos viendo que sube con mayor rapidez la afiliación a la Seguridad Social. Se está produciendo un cambio estructural en nuestra economía que nos hace más resilientes, más fuertes para encarar el futuro.
El reto principal que hemos tenido en el ámbito macroeconómico y en el ámbito también de la vida real de las familias durante el ejercicio 2022, sin duda ha sido la inflación. Es un fenómeno que se ha producido en casi todas las económicas occidentales, muy especialmente en las económicas europeas, sobre todo desencadenado por los cuellos de botella, las cadenas de valor internacionales, las cadenas de suministros, la subida rápida casi exponencial en algunos de los meses del año pasado en los precios de la energía y en particular el petróleo y sobre todo el gas.
También la subida de materias primas. Se habló mucho del maíz, el trigo, por supuesto de los fertilizantes. De todos aquellos imputs que conforman los costes de producción de las empresas. Y vimos una subida rápida de la inflación que, sin embarco, gracias a la contención de los costes de la energía y también a los seis paquetes de medidas que adoptamos durante el año pasado, se ha ido conteniendo a partir del pico de junio. Lo que vemos es que el índice de precios al consumo se estabilizó desde el verano pasado. Los datos más recientes, de ayer mismo del INE muestran que en enero ha bajado el índice de precios al consumo, el general, el subyacente, incluso en un contexto en el que hemos eliminado medidas tan importantes como la bonificación generalizada para las gasolinas y el gasoil.
Hemos movilizado recursos sin precedentes. Primero, para responder a la pandemia. El año pasado, 45 mil millones de euros entre gastos adicionales, ayudas a las familias y empresas y a los sectores más afectados, y caídas de los ingresos, pero esa actuación decidida, ambiciosa, coherente y eficaz está permitiendo que afrontemos el reto derivado de la inflación.
El comportamiento de la economía española no se entiende sin el plan de recuperación. Sin esa hoja de ruta que ya en 2018-19, estábamos empezando a diseñar. Que teníamos clara y habíamos publicado en el curso del año 2019, pero que evidentemente ha tenido una aceleración muy significativa gracias a los fondos europeos Next Generation EU.
Precisamente después de este acto tengo que ir a Moncloa porque vamos a aprobar el tercer informe de ejecución de estos fondos europeos que arroja unas cifras impresionantes. Hemos recibido 31 mil millones de euros de estos fondos Next Generation. Esperamos que en los próximos días la Comisión Europea valore favorablemente el tercer pago semestral de 6 mil millones de euros adicionales. Hemos transferido a las comunidades autónomas más de 20.600 millones de euros, para que realicen inversiones en el ámbito de sus competencias. También casi otros 5 mil millones a los ayuntamientos para que desplieguen zonas de bajas emisiones, pasillos verdes, rehabilitación de edificios… Se han lanzado convocatorias y se ha logrado un ritmo de convocatorias de unos 2 mil millones de euros al mes en la segunda parte de 2022 y ya se han resuelto convocatorias por 23.300 millones de euros al cierre del año pasado que mayoritariamente son recursos que están llegando a las empresas y a los centros de investigación de nuestro país.
Hemos lanzado 12 proyectos estratégicos, el más reciente el de descarbonización de la industria sobre la base de las propuestas que nos llegaron por las comunidades autónomas y también por las manifestaciones de interés. Las sugerencias, las propuestas que nos han llegado del sector empresarial y uno de los ámbitos en los que esta transformación es más visible es el ámbito digital.
Lo mencionabas tú, Andrés, la importancia y la aceleración exponencial que se ha producido en el proceso de digitalización de nuestra economía y de nuestras vidas como consecuencia de la pandemia.
Creo que los distintos programas y el apoyo que estamos prestando a todo un proceso que tiene que tener lugar sobre todo en la transformación de las empresas, en la transformación tecnológica de nuestro país ya está dando sus frutos.
Hay programas emblemáticos. El programa Único, para llevar la conectividad de banda ancha al 100% de la población. El proyecto más reciente que estamos poniendo en marcha es un bono que va a permitir mediante la conectividad por satélite llevar la banda ancha a todas las zonas rurales poco pobladas, más remotas de nuestro país, con una tarifa plana de 35 euros al mes. Todos somos conscientes de lo que esto supone en términos de actividad económica, fijación de la población y futuro para los jovenes en todo el territorio de nuestro país.
Hemos lanzado los programas RETECH para hacer una red de innovación tecnológica con programas coordinados de distintas comunidades autónomas. El kit digital que ya ha distribuido más de 150 mil bonos de digitalización a las PYMES de nuestro país. Toda la programación de competencias digitales, con el emblema ‘Generación Digital’, para llegar con el sector público y con el sector privado a que el 100% de la población española tenga las competencias necesarias para trabajar, aprovechar y vivir en esta nueva realidad digital.
Y todo ello en un marco en el que estamos prestando una atención muy especial a los derechos digitales. España fue el primer país en publicar una carta de derechos digitales que ha servido de inspiración a todo el trabajo que se está desarrollando en la UE. Estamos trabajando ahora en una carta de derechos digitales con la comunidad latinoamericana, aprovechando justamente la fuerza del español, de nuestra lengua común y esos casi 600.000 hispanohablantes que hay en todo el mundo.
Estamos impulsando el establecimiento de la primera agencia de supervisión de la inteligencia artificial en Europa. Como saben, España está desarrollando el proyecto piloto junto con la Comisión Europea para toda la aplicación práctica de la normativa de inteligencia artificial. Estamos siendo los conejillos de indias para ver como podemos asegurarnos que esa normativa no pone trabas al desarrollo tecnológico, al progreso y a la productividad de toda la economía, pero garantiza la protección nuestros valores y derechos democráticos, y la eliminación de los sesgos y la discriminación.
La lista es interminable de todos los programas que se están haciendo realidad. Inversiones que se están canalizando y apoyando proyectos telemáticos, estratégicos, de las empresas grandes y pequeñas de nuestro país con un impacto muy significativo que ya se está viendo. Solo basta referirse al avance que ha tenido España en todos los indicadores internacionales de digitalización. Actualmente, según el último indicador de la UE, somos el séptimo país de la Unión por delante del resto de las grandes economías y también por delante de países emblemáticos en este terreno como Estonia o Portugal.
Todo esto, y con esto cierro, nos tiene que dar un mensaje de confianza. Por cierto que, Andrés, si tu crees que Europa empieza a ser una señora mayor, eso me da todavía más confianza porque tenemos mucha guerra que dar las señoras mayores en este continente. Tenemos mucho que aportar para seguir impulsando justamente el progreso y la prosperidad en este continente en el que, a pesar de todo, se vive mejor que en ningún otro y los seres humanos, todos, y muy especialmente las mujeres, tenemos más derechos que prácticamente todo el resto del mundo, que tenemos que proteger y defender.
Creo que tenemos que seguir trabajando. No podemos ser complacientes. Los retos son formidables, los retos son intensos y la incertidumbre máxima. Me preguntan muchas veces: ‘¿Qué va a pasar en 2023?’. Pues no lo sé, después de lo que hemos vivido con una pandemia, un volcán, una guerra, la inflación cuando hace tres años cuando hablábamos en 2019 la preocupación de algunos banqueros centrales era justamente la deflación y el hecho de que los precios no subían.
Ha cambiado tanto el mundo en estos años que creo que tenemos que estar siempre preparados para cualquier cambio, cualquier reto, cualquier dificultad. Pero creo también que tenemos muchas razones, y hoy he compartido con ustedes algunas de ellas, para sentirnos confiados. Para seguir actuando con coherencia, determinación, con una política económica conocida, que da confianza. Hacemos lo que decimos, decimos lo que hacemos.
Los mercados internacionales conocen y entienden las líneas principales de nuestra política económica y semana tras semana nos muestran su apoyo no solo con las subastas de deuda pública o con algunos de los anuncios generales de apoyo y confianza a la economía española, sino con anuncios específicos de inversiones milmillonarias que sin duda no habrían podido tener lugar en nuestro país si no hubiéramos llevado a cabo una política económica favorable, adecuada, para responder a los retos y a lo inmediato sin perder de vista lo importante: esos objetivos y esa perspectiva de avanzar hacia un crecimiento más sostenible y más inclusivo; de seguir avanzando hacia un país mejor. Reinventando España, pensando en el futuro. Muchas gracias.