La compañía danesa Bang & Olufsen es el nombre de referencia en el sector de la tecnología audiovisual de lujo. Fundada en 1925 en la pequeña ciudad de Struer, en la península de Jutlandia, sus productos se caracterizan no sólo por la excelencia tecnológica audiovisual, sino por el diseño más rompedor y característico, inspirado en el minimalismo de la Bauhaus.
¿Quién no ha querido decorar la casa con los productos Bang & Olufsen? Además de una calidad de imagen y sonido remarcables, sus innovadores diseños han roto por completo con la apariencia habitual de los aparatos de televisión, los lectores de cedé o los altavoces, hasta el punto de que varios de sus aparatos electrónicos figuran en la colección permanente del MoMA de Nueva York. Entrar en sus tiendas es hacerlo en un universo de creatividad excelsa, con productos de precios tan elevados como sus aspiraciones estéticas, aunque en los últimos años han comenzado a ofrecer pequeños altavoces portátiles de precio mucho más asequible, que sirven al mismo propósito que las velas o los perfumes en las marcas de moda de alta gama: calmar el síndrome de Stendhal de quien no dispone, por ejemplo, de los 6.890 euros que cuesta su producto más novedoso, la barra de sonido Beosound Theatre, un aparato que no se han cortado a la hora de definirlo como “la mejor barra de sonido del mundo”. Rui Martins, director general de Bang & Olufsen para España y Portugal, nos explica cómo se consigue ese calificativo tan rotundo.
¿Por qué decís que la Beosound Theatre ha sido concebida como “la mejor barra de sonido del mundo”?
Efectivamente, es una frase muy fuerte decir que un producto es “el mejor del mundo”, en un terreno como el de la tecnología, que se mueve a una velocidad muy rápida. Pero, sin entrar en excesivos detalles técnicos, hemos construido una barra de sonido que es mucho más que una barra de sonido. No sólo por la potencia de sonido y la claridad con que sale el sonido, pero también porque es un centro especializado de sonido que puede funcionar como el corazón de un cine en una casa: puede funcionar sola o conectado con más altavoces. Esa es la idea: que se convierta en el corazón de un sistema Dolby Atmos 7.1.4, con toda la capacidad de un cine en tu casa.
A eso se le suma la modularidad de la construcción de la barra, que permite no sólo que la reparación sea bastante fácil si hay algún problema, sino facilitar la mejora a medida que la tecnología vaya mejorando. Se basa en una plataforma que llamamos “Mozart” que cuenta con la tecnología punta actual, pero cuando en dos o tres años la tecnología sea otra podemos actualizarlo de una forma muy sencilla, de forma que la barra de sonido sea un elemento que dure toda una vida.
Aunque esta es la época en la que más música se escucha, las nuevas generaciones se han acostumbrado a escucharla con auriculares baratos o con el altavoz incorporado de los ordenadores. ¿Os preocupa que cuando los jóvenes se hagan más mayores no le den la importancia a la calidad del sonido que sí nos daba a los que ahora tenemos cincuenta, sesenta o más años?
No. Bang & Olufsen existe, en realidad, para cambiar esa mentalidad. Es verdad que los jóvenes consumen los productos de una forma muy rápida, en su móvil o su ordenador, pero también sabemos que cuando escuchan a través de un altavoz o unos cascos Bang & Olufsen se les cambia la percepción de la escucha de música. La reacción es la de no haber escuchado una película o la música así… Y para eso estamos, para hacerles cambiar la percepción y darles las herramientas para disfrutar de la calidad de sonido que nosotros damos con nuestros productos. Lo que queremos es que lo que se escuche a través de nuestros productos sea lo más parecido posible a lo que el productor ha hecho o lo que quiere que escuche la gente.
Sois una empresa que se ha caracterizado desde la segunda mitad del siglo XX por el diseño más rompedor en aparatos de sonido y televisión. ¿Qué retos ha supuesto juntar diseño y calidad de sonido? Igual que ha sucedido con algunos teatros de ópera en los que el diseño del arquitecto ha supuesto un problema de acústica en el auditorio, ¿os habéis encontrado vosotros alguna ocasión con que un diseño hiciese imposible reproducir el sonido con la calidad que deseabais?
Casi siempre nos encontramos con ese reto… Es muy difícil que todas las partes que intervienen en la creación de nuestros productos estén contentos con el resultado final. Hay una foto en nuestra fábrica de Dinamarca en la que se ve a uno de los diseñadores externos con los que trabajamos, al jefe de diseño de Bang & Olufsen y al ingeniero de sonido de Bang & Olufsen. Están los tres mirando uno de nuestros productos y es como si estuvieran debatiendo lo que quieren, porque lo más probable es que uno quiera una cosa… Lo que sabemos es que para cada producto que sale de nuestra fábrica esas tres personas en concreto tienen que haber llegado a un acuerdo. El producto sólo sale al mercado cuando las tres personas están contentas y plenamente satisfechas con lo que se ha construido. Pero, como puedes imaginar, son reuniones que duran muchos días, hasta garantizar que lo que ponemos en el mercado es lo más bonito y lo mejor en calidad de sonido, con los materiales y la artesanía que transmiten la calidad Bang & Olufsen.
Por cierto, cuando se fundó B&O, el diseño no era una prioridad. Fue después cuando surgió esa necesidad. ¿Fueron las influencias de la Bauhaus y el movimiento minimalista los que marcaron el cambio?
La Bauhaus es una tendencia que nos marcó mucho, básicamente porque todos los productos que hacemos tienen ese minimalismo que buscamos. Pero, en realidad, la empresa, que se fundó en 1925, en 1934 ya lanzó un producto creado por Peter Bang que estaba basado en una silla diseñada por Marcel Breuer, uno de los profesores de la Bauhaus. Ese producto se conserva en nuestro museo en Struer.
A partir de ese momento se buscó que los productos transmitan simplicidad y calidad. Bauhaus es una influencia muy grande y está presente desde los años treinta. Y desde que empezamos a trabajar con diseñadores externos, sólo lo hacemos con los que nos traigan esa tendencia, para ofrecer el mejor producto con el mejor diseño.
Últimamente, habéis empezado a ofrecer un número más elevado de novedades al año de lo que solíais hacer. ¿A qué se debe?
La marca no puede limitarse siempre a los mismos productos. Esta es una marca de lujo, pero también es una marca de tecnología y la tecnología evoluciona muy rápidamente. En los últimos cuatro años hemos dividido nuestra gama de productos en tres líneas: On the Go, que es la línea más sencilla, la de altavoces bluetooh o cascos. Flexible, la de productos “multiroom” que pueden situarse en espacios variados. Y Stage, donde entran las televisiones, las barras de sonido y los altavoces de alta gama.
Lo que buscamos es garantizar que en cada una de estas tres categorías haya productos para nuestros clientes habituales, pero también que atraigan a nuevos clientes, para que la marca siga adelante en el futuro. En 2020 lanzamos trece productos, pero cada uno con su función y dando sentido a nuestra cartera.
¿Por qué no habéis entrado nunca en el terreno de la sonorización profesional de grandes recintos?
Ese ámbito da mucho prestigio, pero es que nuestro terreno no es sólo es de la calidad del sonido, sino el del diseño y para nuestros productos el hogar es el lugar en el que se puede disfrutar de ambos. Son productos no solo para oír, sino para ver… No sé qué pasará en el futuro, pero si llevamos 97 años en el ámbito doméstico no es probable que nos involucremos en el terreno del sonido profesional.
En los últimos años, sí hemos entrado en el terreno del sonido en coches. Ahí el diseño suele quedar oculto, pero nosotros hemos conseguido que nuestros materiales, como las rejillas o los tweeters, sean tan distintivos como coche.
Queda poco para que se celebre el centenario del nacimiento de la empresa. ¿Se puede decir en qué estáis trabajando para la conmemoración?
Cien años es un año muy importante y tenemos tres años de margen. Son muy pocas las marcas que llevan en funcionamiento cien años y menos las que llegan con la vitalidad de Bang & Olufsen. Claro que tenemos ideas en las que llevamos tiempo trabajando y hay muchas ganas de hacer una conmemoración no sólo interna, sino para nuestros clientes actuales y futuros y preparar el camino para los próximos cien. Pero no puedo adelantar todavía nada…