Muchas cosas se han vuelto más difíciles últimamente, desde las divisiones políticas hasta las nuevas complejidades en la forma de hacer el trabajo. Es más difícil conectarse y más desafiante garantizar la salud y la seguridad. Pero el liderazgo puede ser más fácil.
Un nuevo estudio concluye que hay tres cosas que la gente más desea que tengan los líderes, y cuando las personas sienten que estas necesidades se satisfacen, tienden a estar más comprometidas, ser más productivas e incluso optimistas. Lo que es bueno para las personas es bueno para las empresas.
El agobio
Si se siente abrumado como líder, es sin duda una respuesta legítima. La prensa hace hincapié en todas las presiones que supone liderar. Nuevos datos sugieren que la productividad ha bajado un 7,5% en el primer trimestre de 2022 –el mayor descenso de la producción de los trabajadores en 75 años, según el Departamento de Trabajo de EE UU– y los líderes son responsables.
El clima polarizado fuera del lugar de trabajo puede presionar a los líderes para que adopten una postura, o para que se contengan en los puntos adecuados. La salud mental y el bienestar de los empleados están disminuyendo, y los líderes deben apoyar, empatizar e impulsar a la gente incluso cuando ellos mismos pueden estar luchando, lo que requiere un trabajo emocional.
Y la revolución del talento está en marcha, con líderes que tienen que tomar decisiones difíciles para despedir a empleados, incluso cuando algunos se enfrentan al reto de mantener a las personas que pueden estar considerando abandonar. Además, en un nuevo contexto de trabajo híbrido, los líderes deben encontrar el equilibrio adecuado entre dar a las personas la posibilidad de elegir y motivarlas para que acudan a la oficina.
Grandes resultados a partir de un esfuerzo enfocado
Pero los directivos pueden abrirse paso entre la cacofonía y encontrar formas de ser eficaces con tres sencillas áreas en las que centrarse. La gente necesita autonomía, un sentido de competencia y sentir que su líder se preocupa.
Cuando las personas experimentan estos factores, los resultados son significativos, según un estudio de la Universidad de Bolonia y Wilmar Schaufeli, de la Universidad de Utrecht. Cuando los tienen, las personas tienden a ser más optimistas, resistentes, flexibles y confían en sus contribuciones.
Los equipos también tienden a tener efectos positivos: se retroalimentan más entre sí, tienen más confianza, se comunican mejor y participan más en la toma de decisiones. Todo ello está relacionado con el compromiso, el rendimiento y muchos resultados positivos tanto para las personas como para las empresas.
Es una gran recompensa basada en un enfoque directo en sólo tres áreas. Esto es lo que hay detrás de cada una de ellas.
Tres cosas que la gente necesita
1/ Autonomía
En primer lugar, las personas quieren tener una sensación de independencia, elección y poder. En resumen, la gente quiere ser tratada como adultos. La capacidad de elección está significativamente correlacionada con un mayor compromiso, un mejor rendimiento y un aumento de la felicidad. Tener más posibilidades de elección proporciona a las personas una mayor capacidad para hacer frente a múltiples demandas: salir del trabajo temprano un martes para atender un compromiso familiar y volver más tarde esa misma noche para hacer frente a las responsabilidades laborales. O quedarse hasta tarde un viernes para llevar el proyecto a la línea de meta y luego trabajar desde casa el lunes: estas son las recompensas en términos de calidad de vida. Pero la elección también envía mensajes importantes. Las personas saben que se confía en ellas para que tomen buenas decisiones y se sienten valoradas por los resultados que ofrecen, no sólo por las horas que trabajan.
El instinto de reciprocidad mueve a las personas: cuando alguien hace algo por ti, tú quieres hacer algo a cambio. Y cuando los líderes ofrecen confianza, autonomía y capacidad de elección, las personas responden con compromiso, esfuerzo y rendimiento.
Los líderes pueden proporcionar autonomía dando a la gente más opciones sobre dónde, cuándo y cómo trabajar. Los directivos también pueden considerar la forma de capacitar a las personas para que tomen decisiones, den su opinión y tengan voz en el funcionamiento de las cosas. Las personas también aprecian tener opciones en los proyectos a los que contribuyen y los tipos de oportunidades de crecimiento que tienen.
Las opciones pueden ser grandes o pequeñas, desde las alternativas de trabajo híbrido hasta cosas más pequeñas como a qué reuniones de la asociación local quieren asistir o a quién puede presentar un líder para que sea su mentor.
Al final, más opciones es mejor, pero las opciones también son individuales, y los directivos deben entender qué es lo más importante para cada empleado y ofrecer el tipo de capacitación que más se ajuste a su situación particular.
2/ Competencia
La gente también quiere tener un sentido de su propia competencia. De hecho, todas las personas tienen el instinto de importancia. Y cuando la gente contribuye en su comunidad y tiene la oportunidad de expresar sus habilidades y talentos, estos están relacionados con una mayor felicidad, alegría y satisfacción.
Los líderes pueden enfatizar la competencia proporcionando una fuerte dirección. La gente no quiere limitarse a poner ladrillos de forma brillante, sino que quiere saber que está construyendo castillos. Recordar a las personas la visión y la misión de su trabajo puede ser motivador porque hay una línea de visión de un panorama más amplio. Y los directivos pueden asegurarse de que se reconoce el trabajo bien hecho.
Al fomentar el sentido de la competencia, los líderes también son inteligentes al hacer que la gente sea responsable de los resultados. Los plazos y la recepción de comentarios –de refuerzo o correctivos– hacen saber a las personas que el líder está prestando atención, que el trabajo es importante y que el directivo quiere ayudar al empleado a mejorar continuamente.
Los líderes también pueden reforzar la competencia apoyando a las personas si cometen errores o fracasan. Si las personas se esfuerzan y asumen los riesgos adecuados para innovar, no siempre tendrán éxito. Pero cuando los líderes proporcionan apoyo a través del proyecto que se tambalea, demuestran un importante compromiso con el valor y la valía general de una persona.
3/ Preocupación
La gente también quiere saber que los líderes se preocupan. En un mundo en el que hay tantas cosas que llegan a la gente todo el tiempo, la atención es uno de los recursos más escasos, y los líderes que están presentes, son accesibles, empatizan y demuestran compasión son aquellos en los que la gente confía y quiere seguir haciéndolo.
Los directivos deben mantenerse en contacto con la gente a través de conversaciones regulares y ser accesibles cuando las personas se acerquen. Hacen bien en sintonizar con la gente y darse cuenta de que pueden tener problemas. Los líderes pueden hacer preguntas y escuchar, poniendo en contacto a las personas con recursos para cuestiones no laborales cuando sea necesario o proporcionando orientación en tareas clave en las que las personas puedan necesitar apoyo.
Los líderes también pueden crear las condiciones para que los miembros del equipo desarrollen buenas relaciones entre ellos y fomentar una cultura de empatía y compasión. Deja espacio para que los miembros del equipo compartan historias personales al principio de una reunión o dedique tiempo a los momentos sociales.
Pero también ponga a las personas juntas en proyectos en los que tengan que contribuir a objetivos comunes y les den la oportunidad de aprender unos de otros. Las personas tienden a establecer vínculos a través de las tareas más que a través de las experiencias sociales, por lo que los esfuerzos compartidos pueden ser poderosos para construir la confianza y la relación entre los miembros del equipo.
Elegancia y sencillez
Las mejores soluciones son las más sencillas. Cuando las cosas son complejas, abrumadoras o difíciles, puede ser tremendamente útil encontrar una solución sencilla y elegante. Y centrarse en sólo tres cosas como líder puede ser justo el enfoque sencillo que los líderes necesitan ahora.