El grupo cárnico Cañigueral cerró 2021 con unas ventas consolidadas de 1.033 millones de euros –una cota por encima de los 1.000 millones que alcanzó por primera vez en 2020–, lo que supone un aumento interanual del 0,9%.
El beneficio neto atribuido del grupo, uno de los mayores proveedores de productos cárnicos de Mercadona, fue de 23,9 millones de euros, un 2,7% más que en 2020, mientras que el ebitda mejoró un 19%, hasta alcanzar los 65,5 millones, según publica Expansión.
La compañía gerundense terminó el ejercicio con unos fondos propios de 179,6 millones de euros (+14%) y una deuda bancaria a largo plazo de 143 millones (+2,8%) y a corto de 45,5 millones (-1%).
En 2021, la empresa invirtió 26,4 millones de euros en sus centros de producción, lo que sumado a las cifras de los tres años anteriores hace un total de 139 millones.
A través de la firma Pig Livestock Union, constituida con el grupo Vall Companys, Cañigueral amplió su perímetro el ejercicio pasado con la compra de Leridana de Piensos, que posee granjas integradas en Cataluña y Aragón, una adquisición con la que la empresa busca garantizarse el aprovisionamiento de cerdos de acuerdo con sus requisitos de producción alimentaria.
Cañigueral cuenta con quince plantas en Cataluña y la Comunidad Valenciana, tiene filiales como Embutidos Monter, Frescos Delisano o Frigoríficos Costa Brava –el germen del grupo–, y su negocio está repartido en tres grandes áreas: jamón y embutidos, productos elaborados y carne fresca, división que se ha estancado como consecuencia del descenso de las exportaciones a China por la progresiva normalización de la producción porcina en el país, según las explicaciones de la compañía recogidas por el medio económico.
El conglomerado cárnico está participado mayoritariamente por la familia Cañigueral y emplea a 3.700 personas.