Mitsubishi Motors multiplicó por más de seis (+533%) su beneficio neto atribuido en el primer trimestre de su año fiscal (de abril a junio), con 38.560 millones de yenes (287 millones de euros al cambio actual).
En el primer trimestre del ejercicio fiscal, el fabricante nipón se anotó un beneficio operativo de 30.783 millones de yenes (229 millones de euros), lo que supone casi triplicar (+190%) la cifra que obtuvo un año antes.
La facturación de la empresa automovilística entre abril y junio de este ejercicio se incrementó un 22,4% en la comparativa con el año anterior, con 528.698 millones de yenes (3.940 millones de euros), pese haber matriculado 217.000 unidades, un 5,7% menos.
De cara al cierre del ejercicio fiscal (marzo de 2023), la marca prevé lograr un beneficio neto atribuido anual de 90.000 millones de yenes (671,3 millones de euros), un 22% más, mientras que el operativo aumentaría un 19%, hasta 120.000 millones (895 millones de euros).
Además, Mitsubishi contempla facturar al cierre del año 2,35 billones de yenes (17.527 millones de euros), un 15% más, aunque prevé que las ventas se mantengan estables, con alrededor de 938.000 unidades.
