El grupo BMW, a través de la joint venture local BMW Brilliance Automotive, ha iniciado la actividad en su nueva planta de Lydia, en Shenyang (China), que, con 15.000 millones de yuanes (2.140 millones de euros al cambio actual), se convierte en la mayor inversión de la historia de la empresa alemana en el país asiático.
Según ha informado BMW, la expansión de su huella industrial en China forma parte de su estrategia BMW iFactory. Esta factoría cuenta tanto con instalaciones de prensado, como con taller de carrocería, de pintura y de ensamblaje, según recoge Europa Press.
La empresa alemana indicó que la puesta en funcionamiento de esta nueva planta permitirá ampliar hasta 830.000 vehículos al año la capacidad de producción de la compañía en Shenyang. El nuevo centro tiene flexibilidad para la fabricación de automóviles 100% eléctricos. Así, el BMW i3, que ya se encuentra en producción, es el primer modelo eléctrico sin emisiones de esta fábrica.
El presidente y consejero delegado de BMW Group en la región de China, Jochen Goller, afirmó que la expansión de la huella industrial de la empresa en China muestra la intención de la empresa de crecer en el principal mercado mundial de vehículos eléctricos.
La nueva factoría Lydia contribuirá al objetivo del consorcio de reducir hasta un 40% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a través de todo el ciclo de vida del vehículo para 2030 en comparación con 2019.
La multinacional alemana tiene el objetivo de haber comercializado más de dos millones de vehículos completamente eléctricos en todo el mundo para 2025. En China, un cuarto de las entregas de la compañía corresponderá a modelos eléctricos.