Los principales bancos españoles obtuvieron un beneficio neto agregado de 1.983 millones de euros a nivel nacional en el primer trimestre del año, lo que supone un aumento del 50% con respecto al mismo periodo de 2021, sin tener en cuenta el efecto de la plusvalía de 4.300 millones de euros por la fusión entre Bankia y CaixaBank realizada en 2021.
Según datos del análisis realizado por Neovantas, que recoge las cifras de los negocios de Santander, BBVA, CaixaBank y Bankinter en España, así como de Unicaja Banco, afirma que los resultados de los tres primeros meses de 2022 han «superado las expectativas previstas».
El informe destaca el «buen» comportamiento de las comisiones netas, que aumentaron un 30,5% en tasa interanual, hasta los 2.784 millones de euros, y el descenso de las provisiones, que se redujeron un 113,9% en comparación con el mismo periodo de 2021.
El presidente de la consultora, José Luis Cortina, considera que el incremento de los tipos de interés en el corto plazo «seguirá impulsando» los resultados de la banca en los próximos trimestres, una vez que ya está el Euríbor en positivo (0,12% a finales de abril), por primera vez desde el año 2016.
Un 58% menos de oficinas en 14 años
Además, las reducciones de costes y reestructuraciones que está haciendo la banca «desde hace 15 años» están contribuyendo a sostener los resultados de la misma. En concreto, desde 2008, la banca ha recortado su red de oficinas un 58%, pasando de 45.000 a 19.000 oficinas, y alrededor del 64% de puestos de trabajo, de 277.000 a 179.000, de la red comercial.
Neovantas prevé que estos esfuerzos se materialicen en una reducción de sus gastos de explotación, lo que ayudará en el objetivo del sector de mejorar su eficiencia operativa, optimizando los recursos para seguir siendo competitivos frente a los nuevos competidores, y de mantener un negocio viable a largo plazo.
Al respecto, la consultora indica que los márgenes de explotación a nivel agregado mejoran en un 24,2% en el primer trimestre, respecto al mismo periodo de 2021, destacando el negocio español de CaixaBank, con un incremento de más del 43%.
«Torcer las buenas perspectivas»
Sin embargo, resalta que a la banca «se le pueden torcer sus buenas perspectivas», ya que la economía española podría no crecer al ritmo esperado, y por un aumento de la morosidad.
Con respecto al primer elemento, Neovantas recuerda que el Gobierno ya ha modulado a la baja el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), que únicamente ha crecido un 0,3% durante el primer trimestre del año, provocado principalmente por la crisis energética y la guerra de Ucrania, «que han alterado por completo el panorama internacional, con repercusiones económicas a nivel macro y disparando las tasas de inflación».
En cuanto a un incremento de la tasa de mora, señala que podría derivarse de un aumento de los tipos de interés más rápido de lo esperado y de una economía que no crece al ritmo inicialmente previsto, «lo que hará que los sectores más expuestos no puedan pagar sus deudas a tiempo».
«Ante esta situación, la gran banca española tendrá que seguir optimizando sus procesos de gestión de riesgos para conceder préstamos, así como los de gestión de cobros», afirma Cortina.
Por lo que respecta a las previsiones de mercado, Neovantas observa que, desde el arranque de 2022, se está observando que la incidencia de la pandemia ha ido disminuyendo, lo que ha llevado a que «muchas restricciones» vayan desapareciendo.
«Sin embargo, el auge de la crisis de la energía y la invasión de Ucrania por parte de Rusia han provocado un aumento de los precios como no se veían desde hace tres décadas que está derivando en la contracción del consumo de los hogares», agrega.