Empresas

Tres maneras en que los líderes de éxito gestionan sus emociones

Controlar nuestras emociones hace que saquemos lo mejor de nosotros.
Emotional intelligence, balance emotion control feeling between work stressed or sadness and happy lifestyle concept, mindful calm woman using her hand to balance smile and sad face.

Todos hemos estado allí: furiosos con el conductor del coche que nos cortó el paso, aterrorizados ante la idea de hacer una presentación, ansiosos por comenzar un nuevo negocio. El secreto para vivir una vida feliz y exitosa es manejar nuestras emociones antes de que nos controlen, dice Leonard Mlodinow en su nuevo libro, Emocional. Mlodinow es un físico teórico que coescribió libros con Stephen Hawking. He hablado con Mlodinow recientemente sobre cómo su investigación se aplica a los líderes empresariales.

Mlodinow dice que las emociones son tan críticas como la lógica en nuestra toma de decisiones. Emociones que han ayudado a nuestra especie a sobrevivir y prosperar. Incluso las «negativas» como la ansiedad o la ira son beneficiosas con moderación. Después de todo, los empresarios buscan mejores formas de hacer algo porque están molestos, enojados o frustrados con el status quo.

Pero, como todo, demasiado de algo bueno puede ser dañino. Dejar que nuestras emociones se salgan de control a menudo conduce a malas decisiones. Según Mlodinow, los neurocientíficos han llegado a tres enfoques que son efectivos para la «regulación de las emociones». En otras palabras, controlar nuestras emociones para que saquen lo mejor de nosotros.

1. Aceptación

La ciencia apunta a que los antiguos griegos que estudiaron el estoicismo podrían haber tenido razón todo el tiempo. La filosofía estoica se trata de trabajar en aquellas cosas que puedes controlar y no desperdiciar energía mental en aquellas cosas que no puedes.

Toma el ejemplo del conductor que se te cruzó en la carretera. Echar humo por el resto del día no sirve de nada y no cambiará el evento. Así como no te enfadarías con la lluvia, un evento que no puedes controlar, no debes permitir que el conductor que te arruine el día. “Por lo general, no podemos controlar o cambiar a esa persona más de lo que podemos desterrar la lluvia, por lo que enojarse con cualquiera de los dos es igualmente tonto”, dice Mlodinow.

La aceptación me recuerda una conversación que tuve con un director ejecutivo exitoso durante el pico de la pandemia.

-“¿Qué te mantiene tan conectado a tierra?”, le pregunté.

-“Bueno, no puedo controlar el virus, pero puedo controlar cómo respondo y cómo mi equipo maneja la situación”, respondió.

Sé estoico. No reacciones emocionalmente a eventos y circunstancias fuera de tu control.

2. Reevaluación

Tu cerebro pasa por un proceso complicado para interpretar todo lo que te sucede. Los psicólogos lo llaman “evaluación”. Significa que tu cerebro le da sentido a lo que acaba de suceder y, como resultado, desarrolla una emoción a su alrededor.

Muchos de los estudios sobre el tema muestran que tenemos la capacidad de elegir los significados que asignamos a las circunstancias, eventos y experiencias. De hecho, “desarrollar la habilidad de ‘reevaluar’ los eventos a menudo conduce al éxito en el lugar de trabajo”, dice Mlodinow.

Cuando se trata de hablar en público, reevaluar el evento puede darte un impulso de confianza. Muchas personas sienten ansiedad antes de dar una presentación porque han creado una narrativa interna sobre el evento que a menudo no se basa en hechos objetivos. Lo “peor” que puede pasar casi nunca pasa. Si estropeas una presentación, no morirás. Tus amigos no te abandonarán. Tu reputación no se verá empañada para siempre.

Una reevaluación más poderosa de la presentación podría ser así: Estoy emocionado de compartir mi idea. Aceptaré cualquier comentario que reciba para que mi argumento sea aún más convincente. Mldoinow dice que incluso si tus pensamientos negativos no desaparecen por completo, reevaluar la situación lo llenará de emociones positivas que te ayudarán a rendir al máximo.

3. Expresión

Expresión significa que el acto de hablar o escribir tu emoción sobre un evento cambia la forma en que te sientes al respecto.

Digamos que estás enfadado por algo que ha sucedido en el trabajo. Los estudios han demostrado que simplemente expresar tus sentimientos en un correo electrónico, guardarlo en «borradores» y nunca enviarlo aliviará el debilitante sentimiento de ira. Una vez que tus sentimientos hayan disminuido, estarás en una mejor posición para manejar la situación de manera más adecuada.

Mlodinow dice que muchos estudios de la última década han demostrado que “expresar emociones negativas no deseadas ayuda a calmarlas”.

Regular tus emociones no es fácil. Se necesita práctica. Pero si sigues estos tres pasos, será más probable que controle tus emociones antes de que saquen lo mejor de ti.

Artículos relacionados