Banco Santander ha decidido proponer a la junta de accionistas un reequilibrio de poderes entre su presidenta ejecutiva, Ana Botín, y el consejero delegado, José Antonio Álvarez, según ha informado la entidad a través de una nota de prensa.
Con este cambio, Álvarez reportará directamente al consejo de administración y no a Botín, como ha venido haciendo hasta la actualidad. Se trata de una situación solicitada por el Banco Central Europeo (BCE), de forma que la entidad se adelanta a cumplir con el deseo del supervisor.
Además, ante Álvarez seguirán reportando directamente los responsables de las tres grandes regiones: Europa, Sudamérica y Norteamérica, y los de banca de inversión y banca privada, tal y como ha adelantado hoy el diario ‘El Confidencial’.
De esta forma, el ‘número dos’ de Santander continuará al frente del negocio, mientras que Botín seguirá como primera ejecutiva enfocada en la estrategia del grupo bancario a largo plazo. Además, sumará a sus responsabilidades las áreas de PagoNxt y Digital Consumer Bank.
El banco explica que este reequilibrio está encaminado a garantizar una «clara distinción» entre las funciones de la presidenta y del consejero delegado y están «en línea con las mejores prácticas de gobierno».
Además, añade que la comisión ejecutiva, presidida por Botín, «seguirá garantizando la coordinación y fijando las prioridades como hasta ahora, mientras que las funciones de control continuarán teniendo acceso directo al consejo y a sus comisiones».
Banco Santander recuerda que los cambios están «en línea con las expectativas de los supervisores» y se suman a otras medidas en materia de gobierno corporativo puestas en marcha por la entidad desde 2014, como la creación de la figura del consejero independiente coordinador -cargo que ocupa Bruce Carnegie-Brown- o un aumento de la proporción de miembros independientes en el consejo.
También señala que durante estos años ha realizado una mejora significativa de la diversidad y de la experiencia geográfica y sectorial del consejo, y ha creado la comisión de banca responsable, sostenibilidad y cultura, al tiempo que ha nombrado un nuevo consejo asesor internacional.
Deseos del supervisor
Estos cambios se producen después de que el BCE se haya mostrado partidario del modelo de gobierno corporativo anglosajón, en el que el poder se reparte entre un presidente con funciones más institucionales y un consejero delegado al frente del negocio, en contraposición del español, en el que resalta la figura del presidente que reúne las funciones ejecutivas e institucionales.
En este contexto se enmarca la separación de poderes en Banco Sabadell a principios de 2021, cuando la marcha de Jaime Guardiola como CEO trajo el cambio de Josep Oliu a presidente no ejecutivo, mientras que César González-Bueno se convertía en la primera figura ejecutiva de la entidad.
Además, el consejo de administración de Banco Santander propondrá a la junta la aprobación de un dividendo complementario en efectivo de 5,15 céntimos por acción y un nuevo programa de recompra de 865 millones de euros, así como el nombramiento de Germán de la Fuente como nuevo consejero independiente.