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Cuatro aspectos en los que la inteligencia artificial ha reconfigurado la inversión

El aprendizaje automático es un tipo de inteligencia artificial que se apoya en algoritmos informáticos para analizar y aprender de los datos. Este proceso permite extraer conclusiones de gran utilidad de forma rápida y eficiente para que los inversores tomen mejores decisiones.

Decisiones inteligentes. Ese es el objetivo que mueve a los inversores a buscar nuevas formas de evaluar el mercado y trazar estrategias que les permitan predecir el éxito de sus decisiones. En este sentido, el ‘machine learning’ o aprendizaje automático ofrece una novedosa y eficiente herramienta para la toma de decisiones, facilitando el proceso sin que el inversor tenga que mover un dedo.

El aprendizaje automático es un tipo de inteligencia artificial que se apoya en algoritmos informáticos para analizar y aprender de los datos. Estos algoritmos permiten extraer conclusiones de gran utilidad de forma rápida y eficiente a partir de los datos dentro de unos parámetros, elaborando observaciones y reflexiones que con toda probabilidad escaparían del ojo más experto. Cuanta más información procesan las máquinas a través de estos algoritmos, más inteligentes se vuelven. Aprenden de forma automática, de ahí su nombre.

¿Cómo afecta esto al ámbito de la inversión? «El ‘machine learning’ está ayudando a encontrar nuevas oportunidades de inversión, dejando fuera del tablero los prejuicios en la toma de decisiones y adaptando el asesoramiento financiero a las personas», explican desde Q.ai, la herramienta de inversión respaldada por Forbes.

Aunque el ‘machine learning’ es algo relativamente nuevo, ya ha logrado avances en áreas como la ingeniería, la sanidad y la informática. Ahora es el turno del sector de los servicios financieros.

El gran volumen de datos que se genera cada día en este ámbito permite a las herramientas basadas en el aprendizaje automático ofrecer a los inversores minoristas la oportunidad de mejorar sus beneficios. La información que un inversor necesita para tomar una buena decisión es muy amplia y abarca mucho más que los datos fundamentales de una compañía.

A medida que hay más carteras, ‘robo-advisors’ y gestores de inversión que manejen este tipo de herramientas, «los inversores tendrán a su alcance un abanico sin precedentes de inversiones baratas y eficientes», subrayan en la publicación estadounidense.

Para los expertos, el ‘machine learning’ tiene un gran impacto sobre cuatro aspectos clave para los inversores:

  • Aumenta el acceso a la inversión

Cada vez son más las plataformas de inversión que se apoyan en este tipo de inteligencia artificial para ofrecer a sus clientes minoristas decisiones de inversión más rentables según su perfil. Como cliente, aportan a la plataforma datos como su edad, su tolerancia al riesgo y su situación financiera para ofrecerles recomendaciones de inversión a su medida.

  • Reduce el sesgo humano en la toma de decisiones

La manera de comportarse de las personas influye enormemente en su capacidad de decisión y, en consecuencia, en cómo invierten. Un ejemplo es la volatilidad que se desató a comienzos de 2020, en el arranque de la pandemia del covid-19, y cómo solo seis meses más tarde a pesar de que la emergencia sanitaria continuaba en todo el planeta las carteras comenzaron a recuperarse con la tendencia alcista del mercado.

El aprendizaje automático y el ‘trading’ algorítmico no responden a la irracionalidad humana. Actúan como jueces imparciales ante la irracionalidad humana.

  • Descubrir oportunidades de inversión

Otra de las ventajas del ‘machine learning’ aplicado a las finanzas es que los algoritmos cuando analizan datos no solo buscan relaciones lineales, van más allá del causa-efecto. Y al examinar los datos desde otros ángulos son capaces de encontrar oportunidades que el mercado ha sobre o infravalorado.

  • Eleva el potencial de obtener mayores beneficios

Y aunque en la inversión no hay garantías, ni siquiera cuando las decisiones se apoyan en la inteligencia artificial, los expertos subrayan que el aprendizaje automático puede favorecer mayores ganancias. «Las máquinas pueden procesar datos en tiempo real de manera más rápida que las personas y utilizar esta información para extraer ideas y tomar decisiones. A medida que los modelos logarítmicos aprenden nuevos datos, es probable que disminuyan el número de errores«, aseguran desde la plataforma respaldada por Forbes. «El aprendizaje automático podría dar lugar a mejores resultados en las carteras, al menos con el tiempo. Y a medida que los inversores cometan menos errores, superen sus sesgos irracionales y amplíen sus horizontes con la inteligencia artificial, también aumentarán su potencial éxito a la hora de invertir».

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