La firma familiar de joyería y relojería Rabat registró unas ventas de 106 millones de euros en 2021, lo que supone en torno a un 10% menos que en 2019, a falta de cerrar las cuentas anuales. No obstante, respecto al ejercicio anterior, el aumento ha sido del 45%.
En este sentido, Jordi Rabat, presidente y CEO del grupo familiar fundado por sus padres, ha explicado durante la presentación corporativa con medios que la firma se ha apoyado en el cliente nacional y en la joyería para retomar la senda del crecimiento en 2021, y se acerca ya a los niveles de facturación previos a la pandemia.
La compañía emprendió la recuperación a partir de mayo, y en el cuarto trimestre facturó un 19% más que dos años atrás. La inversión rondó el 10% de la facturación y este año se casi duplicará, especialmente en marketing y digitalización.
El grupo también ha vuelto a números negros y ha mantenido un resultado bruto de explotación “saludable”, según Rabat. “No vamos a maximizar el ebitda, queremos seguir invirtiendo”, adelanta el ejecutivo.
La empresa prevé cerrar el ejercicio 2022 con un crecimiento a doble dígito, una tendencia que, descontando los cinco meses afectados de nuevo por las restricciones, ya se percibió en 2021.